Cuando escuchaba mencionar Ávila se despertaba en mi memoria la imagen de sus soberbias murallas, abarcando entre sus brazos a la ciudad antigua. Ahora que por fin he tenido la ocasión de recorrerla y saborearla, enseguida me doy cuenta de que la magia no termina ahí. Que este fabuloso y sobrio conjunto de piedras es mucho más.
Retazos de otras épocas duermen entre la austeridad de sus paredes, al igual que las huellas de tantos personajes ilustres desgastan sus adoquines.

Bañada por el río Adaja, uno de los mayores afluentes del Duero, a lo largo de los siglos se ha ganado diversos sobrenombres: Ávila de los leales, Ávila de los caballeros o Ávila del rey, son los lemas que aparecen inscritos en el escudo de la ciudad; pero también es la ciudad de piedras y santos, cuna y refugio de místicos y teólogos de diversas confesiones, la Jerusalén fortificada de Castilla. Ávila está ligada, de manera irrevocable, con las figuras de mujeres poderosas, pioneras en su tiempo, que han alterado con sus actos el curso de la historia, como irás descubriendo.
Tanto la ciudad vieja amurallada como sus iglesias románicas extramuros forman parte desde 1985 de la selecta lista de Patrimonios de la Humanidad por la UNESCO.
Por su proximidad a Madrid (sólo 85 km, en tren 1 hora y media aprox) es muy frecuente que reciba visitantes que se aproximan a pasar el día para luego regresar a la capital, y que aprovechan para darse un homenaje gastronómico en uno de sus populares restaurantes: el chuletón de Ávila o los judiones de la Barca, junto a las celebérrimas y dulces yemas de Santa Teresa seducen al comensal más glotón.

Mi consejo: una vieja dama de piedra como ésta se merece que la recorras con calma, que escuches sus historias y conozcas a sus más ilustres personajes. Quédate y observa cómo se ilumina al caer la noche. Pasear alrededor de las murallas iluminadas, es una experiencia casi mística.
Los siete imprescindibles de Ávila
Para que puedas organizarte el viaje de acuerdo con tu tiempo y preferencia, empezaré recomendándote lo que a mi entender son los imprescindibles y creo que cuando la recorras entenderás mis razones.
1. La Gran Muralla de Ávila.

¿Cómo no? Si hay una imagen icónica de la ciudad es la de su recinto amurallado medieval, increíblemente bien restaurado y conservado.
Esta muralla románica, del siglo XII, que se construyó en un periodo muy corto de tiempo, está considerada uno de los recintos amurallados urbanos mejor conservado de Europa y quizás del mundo. ¡Ahí es nada!
Consta de unos 2,5 km de longitud y está conformada por 87 torreones y 9 puertas, con una altura media que ronda 12m y un grosor de más de 3 metros en las zonas más vulnerables. De las 9 puertas las 2 más imponentes son la del Alcázar y la de San Vicente, que se ubican en la cara este, la más expuesta y también la mejor protegida.

Puedes recorrer dos tramos de su paseo de ronda (más de 1 km), dirígete a la Oficina de Turismo de la ciudad para adquirir las entradas o el Ávila Card, un bono que te cubre la entrada a la mayoría de los edificios turísticos a un precio más reducido (válido 48 H).
Recuerda conservar tu entrada, ya que la necesitarás para acceder al otro tramo de muralla. Son dos los tramos visitables y, si llevas contigo el móvil, podrás escuchar la audioguía gratuita mientras recorres el contorno de su historia.
Sobre la historia de estas murallas:
Originariamente la pequeña planicie que ocupa el centro de la villa pudo ser uno de los castros habitados por poblados de vetones (quizás llamado Obila), con la llegada de los romanos la zona se establece como núcleo defensivo y se construye la primera muralla romana, con el mismo trazado actual (podría tratarse de la ciudad de Abula de la que habla Ptolomeo). Aun hoy, vista desde el cielo puedes llegar a adivinar la estructura primitiva romana, las dos vías principales el cardo y el decumano que intersectan en el lugar en el que debía hallarse el foro, hoy la Plaza Mayor o Plaza del Mercado Chico.
Los musulmanes que ocuparon la ciudad destruyeron la mayor parte de estas murallas de origen romano, antes de abandonarla definitivamente bajo la presión de los ejércitos cristianos.
La ciudad fue conquistada por el rey Alfonso VI de León y Castilla, que continuará su avance hasta hacerse también con Toledo. Tras esa victoria y sabiendo que debía prepararse para la contraofensiva de la taifa, el rey encomendó a su yerno Raimundo de Borgoña (al que había casado con su primogénita Urraca, cuando la infanta contaba con unos 10-11 años) que se encargue de fortificar y repoblar las ciudades conquistadas de Ávila, Salamanca y Segovia. Fortaleciendo así la línea defensiva entre el Duero y el Sistema Central y preparándose para un eventual asedio.
Se inicia así entre 1.048 y 1.109 la reconstrucción acelerada de la primera muralla, en ella trabajan unos 2.000 prisioneros de forma intensiva durante 9 años, reutilizando toda la piedra disponible en el área.
Resulta curioso cómo podemos encontrar aun hoy, incrustados en la muralla, decenas de retales romanos o vetones: verracos, lápidas, piedras de libación,… procedente de las necrópolis de los alrededores; sobre todo en el lienzo este.

Puedes pasear sus dos tramos, aprovecha para observar el interior de la ciudad, los jardines de los palacetes, muchos de ellos hoy hoteles, y antaño palacios de los notables de la villa, cuyos señores eran responsables de proteger su retal de muralla, o la puerta de acceso más próxima.
Hacia extramuros se identifican las parroquias románicas, algunas de ellas de extraordinaria belleza y el amplio horizonte castellano. Siente el cielo sobre tu cabeza, que aquí parece estar más cerca, casi al alcance de la mano.
La ciudad de Ávila es también la capital más elevada del país, situada a 1.136 m sobre el nivel del mar, su altura condiciona su clima, siendo una de las más frías del país, con una temperatura promedia de 11 C. Quizás por eso mismo te aconsejo que te protejas del sol en los cálidos días de verano y del frío en las recias jornadas invernales.
Recuerda: conserva el tique de entrada porque lo necesitarás para acceder al segundo de los tramos.
Las murallas en el cine:
No te extrañará saber que esta muralla se ha usado en innumerables producciones cinematográficas. Algunos ejemplos:
1957. Orgullo y pasión. Stanley Kramer (Yack Sher)
1960. Los tres mundos de Gulliver (Los viajes de Gulliver)
1961. Teresa de Jesús. Juan de Orduña
1965. Campanadas a medianoche (Orson Welles)
1966. Golfus de Roma (Richard Lexter)
1970. The Phynx (Los delatores). Lee H. Katzin
1984. Teresa de Jesús (Serie Tv). Josefina Molina.
1985. Los señores del acero. Paul Verhoeven.
1985. Extramuros. Teodoro Escamilla.
1988. Los alegres pícaros. Mario Monicelli.
2007. Teresa, el cuerpo de Cristo. Ray Loriga
2. La catedral de El Salvador de Ávila: la catedral gótica de piedra sangrante.

La Catedral de Ávila es sorprendente. Desde el exterior impone su estructura mitad religiosa, mitad fortaleza. Observa su cimborrio que forma parte indivisible de la inexpugnable muralla.
Vista desde la entrada principal, la estructura asimétrica muestra que es una catedral inacabada, la segunda torre, que debía ser gemela de la actual, jamás llegó a completarse, en su lugar rematada en ladrillo, pervive la casa del campanero. Un buen ático, ¿verdad?
Aunque la que ves hoy no es su primera estructura. Originalmente albergó una primitiva iglesia visigótica, anterior a la dominación islámica. Con la conquista de Alfonso VI y la reconstrucción y repoblación de la ciudad (S XII), se construye también una nueva iglesia dedicada a El Salvador que se convierte en catedral de factura románica y que un siglo después se amplía con el nuevo estilo gótico importado de Francia.

Vigilando estas nuevas puertas se ubican un par de figuras de gigantes, conocidos como Gog y Magog intimidando al visitante para que observe una actitud devota antes de cruzar las puertas. En la parte superior diversos santos locales, presididos por la imagen de El Salvador, titular del templo, situado bajo el escudo catedralicio y el Arcángel San Miguel.
Toda la austeridad y el aire marcial que observas en el exterior se diluye en el interior del edificio. Las paredes se elevan al cielo y se abren maravillosas vidrieras que permiten que la luz inunde el templo. Lo que tienes ante tus ojos es la primera catedral gótica de España.

Si te diriges hacia la parte más antigua de la Catedral: la cabecera, la girola y las capillas adyacentes, está etapa se atribuye al maestro Fruchel y es una de las más originales que he visto en mi vida. Para su construcción se escogió una piedra arenisca con vetas de óxido, la llamada “piedra sangrante”, que hace que toda la estructura parezca recubierta de una enigmática escritura por las formas caprichosas de las manchas rojizas, que por momentos parecen símbolos de una escritura perdida, ¿un lenguaje de ángeles?

A la muerte del maestro, se replantea la catedral al estilo del gótico francés, abandonando la piedra sangrante que carecía de las cualidades estructurales necesarias para soportar la verticalidad de las líneas del gótico. Se trabaja en varias etapas hasta el siglo XVI, se construyen las nuevas naves, un nuevo el coro, el claustro, las cubiertas. La puerta occidental se desplaza al lado norte y se crea una nueva puerta más grandiosa en una mezcla de estilos.
Elementos destacados de la Catedral de Ávila:
Pila bautismal de alabastro de Vasco de la Zarza.
Coro renacentista, de madera de nogal realizado en el siglo XVI (sustituye a uno anterior).
Retablo del altar mayor: Este fastuoso retablo es iniciado por el artista Pedro Berruguete en 1499; a su muerte, lo continuará Juan de Borgoña.
Sepultura de El tostado: situada en el trasaltar guarda los restos del obispo del siglo XV, Alonso Tostado y Ribera, más conocido como Alonso de Madrigal o El Tostado. Obra del escultor Vasco de la Zarza.
Con la entrada puedes visitar la sacristía, la sala capitular, el claustro (s XIV a s XVI parte gótico y remate renacentista) y el museo catedralicio, donde podrás admirarla Custodia de plata de Juan de Arce y otras obras de arte de gran valor.
También puedes disfrutar de una experiencia 3D.

Tienes la posibilidad de subir a la torre de la catedral (ascendiendo los 113 peldaños por una escalera de caracol) y visitar la torre y la casa del campanero, esta visita es guiada y con plazas limitadas, la entrada se adquiere con un suplemento aparte de 3€. Si te interesa, más información y entradas AQUÍ.
3. Basílica-fortaleza de San Vicente (extramuros).
Este maravilloso templo, creo que es imprescindible si te interesa el arte, la historia y/o las leyendas ya que, probablemente, es uno de los rincones más mágicos y espirituales de la ciudad.

Nos encontramos con otra iglesia fortificada que protege extramuros la Puerta de San Vicente. Aunque el templo actual románico, se comenzó a construir en algún momento entre 1.120 y 1.130. Se encuentra sobre una antigua basílica martirial paleocristiana, en el lugar en el que la tradición dice que se conservan los restos de los tres hermanos mártires cristianos Vicente, Sabina y Cristeta, que a su vez es el mismo lugar en el que pudieron ser martirizados.
La leyenda de los tres hermanos mártires:
Según esta historia los tres hermanos fueron ejecutados por el gobernador romano en tiempos del emperador Diocleciano (304 aprox) por negarse a cumplir con las obligaciones romanas. Según la tradición los cuerpos fueron abandonados en este mismo lugar (es la zona donde se encontraría la necrópolis romana). También que un personaje intenta profanar los cadáveres en busca de algo de valor. Momento en el cual aparece una enorme serpiente que los protege. Este personaje aterrorizado, pide ayuda al Dios de los cristianos que aleja a la serpiente, provocando la inmediata conversión. Será este mismo personaje, el responsable de la construcción del primer templo. Estamos hablando de una historia basada en la narración oral y la costumbre popular, no en un hecho histórico documentado.

En su interior un colorido cenotafio en honor de estos santos es una de las joyas de la basílica, atribuido al maestro Fruchel. Decorado con relieves que representan la adoración de los magos y que también narran la historia legendaria de los santos, de manera bastante realista.
A los pies un elemento especial: un cristo pantocrátor entre un toro y un león (en representación de San Lucas y San Marcos) y a los pies de este una rosa juradera. Esto convierte este templo en uno de los únicos tres que había en Castilla con esta característica. Se juraba ante Dios poniendo la mano sobre esta rosa, exponiéndose al castigo divino en caso de falsedad. (Como curiosidad la famosa Jura de Santa Gadea, en la cual el Cid exigió al rey Alfonso VI de León jurar que no había tenido nada que ver en la muerte de su hermano el rey, fue sobre otra de esas rosas). Su uso fue prohibido por los Reyes Católicos. Las otras dos se encontraban en San Isidoro de León y Santa Gadea, en Burgos.
La Soterraña bajo tierra:
Bajo el altar, la cripta-cueva donde se venera a la Virgen de la Soterraña, una Virgen tardorománica del S XIII, desaparecida y milagrosamente reencontrada. Se trata de la patrona de la ciudad, muy querida por los abulenses.

Al lado, el hueco de roca donde, en teoría se arrojaron los cadáveres de los tres santos y que en algún momento albergó un manantial. La suma de una cueva con una fuente de agua, con la aparición misteriosa de una Virgen en los siglos de asentamiento de la reconquista, hace pensar en la cristianización que sufrieron los cultos paganos precristianos. De modo que probablemente este sea un lugar de culto pagano mucho más antiguo.
«Si a la Soterraña vas,
Ve, que la Virgen te espera;
que, por esta escalera,
quien más baja sube más.
Pon del silencio el compás
a lo que vayas pensando.
Baja y subirás volando
al cielo de tu consuelo;
que para subir al cielo
siempre se sube bajando.»
(Verso anónimo del S XVI)
La historia de Santa Teresa nos narra cómo cuando fundó su primer convento, el de San José, al que ella misma se fue como priora. En el camino desde La Encarnación a San José en 1535 bajó a rezar ante la Soterraña, de la que era devota y que fue aquí donde se quitó las sandalias para materializar el paso a un camino de sencillez y que acuñaría el nombre de sus fundaciones: Carmelitas Descalzas.
La leyenda de San Pedro del Barco
De regreso a la nave principal, un segundo monumento legendario, el lugar donde reposa otro santo San Pedro del Barco, cuyo lugar de enterramiento también es objeto de leyenda, ya que fue una mula que cargaba el cuerpo la que señaló el lugar donde debía descansar el santo, ya que sus restos eran disputados entre varias poblaciones. Una marca en la piedra, indica el lugar donde la mula dio su última coz y cayó muerta. Imaginad la imagen, un montón de gente en el año 1088 caminando detrás de una mula, cargada con un cadáver para ver por qué lugar se decidía el pobre animal. Asumiendo que esto era una señal de la voluntad divina.
4. Real Monasterio de Santo Tomás (extramuros): El palacio de la reina Isabel y el hogar de Torquemada.
Ahora te voy a recomendar que te alejes un poco del núcleo urbano amurallado para dirigirte a este maravilloso edificio. Necesitarás reservarte algo de tiempo para esta visita porque se trata de un conjunto monumental bastante grande: con iglesia, tres claustros y museo.
Un lugar que es a la vez convento dominico, panteón real, residencia de verano de los Reyes Católicos, hogar de Torquemada, el gran inquisidor del reino, y sede de la inquisición; además de albergar una inmensa colección de piezas artísticas recogidas por los dominicos por todo el mundo.
Comenzó a construirse en 1482 bajo la supervisión del propio Torquemada con aportaciones económicas de los Reyes Católicos que lo eligieron para albergar la tumba de su hijo, el príncipe Juan que falleció en 1497, con solo 19 años. La impronta y los emblemas de los Reyes Católicos aparecerán por toda la construcción.

El sarcófago del príncipe Juan, de estilo renacentista, fue tallado en Génova, empleando mármol de carrara, y siguiendo los deseos recogidos en el testamento de la reina Isabel. La representación del príncipe con los guanteletes a su lado indica que no murió en batalla. El grueso de los daños que podéis ver en la obra es debido a los destrozos franceses durante la ocupación napoleónica.
El retablo gótico del altar mayor es obra de Berruguete, por encargo de Torquemada.
Cuenta con un coro alto de nogal en gótico flamígero en el que abundan los símbolos de los monarcas. Entre la sillería no hay dos iguales, junto al yugo y la granada, podemos encontrar plantas y animales fantásticos.
Adosados al templo aparecen tres claustros con diferentes estilos.
El más antiguo es el Claustro del Noviciado, también el más sobrio, construido en estilo toscano.

El segundo es el llamado Claustro del Silencio o de los difuntos, el más elaborado de los tres, estaba destinado a ser lugar de lectura y meditación y que albergaba el cementerio de los frailes. En la parte superior podemos apreciar decoración con el perlado abulense y motivos alusivos a los monarcas. También cuenta con una zona destinada a las abluciones. Desde este claustro se accede al coro de la iglesia empleando una escalinata de piedra.

El tercer claustro, el mayor de todos es el claustro de los Reyes, destinado a la corte de verano cuando se instalaba en este lugar. Es más amplio y luminoso, aunque también más sencillo a él se adosan las dependencias del palacio real de verano.

En las estancias hoy puede visitarse una exquisita colección de arte oriental, recopilada por los dominicos en sus misiones en Asia. Otra parte, incorpora un llamado Museo de ciencias naturales, que básicamente exhibe animales disecados, un espectáculo que no disfruto.
5. Los lugares de Santa Teresa de Jesús.
Puede que no todo el mundo sepa que Santa Teresa de Jesús es la copatrona de España desde 1812 o que es la santa patrona de los escritores.

El personaje de Teresa de Cepeda y Ahumada, que vivió entre el 1515 y 1582 es fascinante, incluso dejando al margen las características que la convirtieron en Santa católica y en doctora de la iglesia de Roma (sólo 4 mujeres tienen ese título), tuvo una vida extraordinaria para una mujer de sus tiempos. Revolucionó la escritura, con su estilo emocional, hablado en primera persona volcando sus sentimientos, poniendo en palabras sus dudas, pensamientos, sus miedos y la forma tan intensa en la que ella experimentaba su relación con lo divino.
En la ciudad se encuentran varios edificios y un museo dedicado a la santa:
- Iglesia y convento de Santa Teresa. Casa natal de Teresa de Ávila.
- Iglesia de San Juan Bautista. Lugar de bautismo.
- Convento de Nuestra Señora de Gracia, donde su padre la inscribió para que la preparasen para casar.
- Monasterio de La Encarnación, donde pasa la mayor parte de su vida monástica.
- Monasterio de San José (Las Madres). Su primera fundación.
- Real Monasterio de Santo Tomás, con el Santo Cristo de la Agonía del que era muy devota y el confesionario.
Semblanza de Teresa:
Imaginaos a una niña que se cultiva en una familia acomodada, donde se rodea de libros y donde a las mujeres se las enseña a leer, esto no era para nada común en el siglo XVI. La joven Teresa juega al ajedrez, devora por igual libros de caballería y de vidas de santos; en su inquieta mente, los personajes se fusionaban. Los santos eran héroes que vivían aventuras por la fe y en nombre de Dios.
Teresa niña, sueña con viajar a tierras de moros para ser mártir y morir por la fe, incluso se escapó de casa junto a su hermano Rodrigo en una ocasión. Como les pillaron y les detuvieron a tiempo, cambiaron su plan por el de hacerse ermitaños. Entre sus juegos se construían ermitas o, según relata la propia Teresa, con otras niñas jugaban a hacer monasterios y ser monjas.

A los 16 años (con su madre fallecida) el padre la lleva como alumna al convento Nuestra Señora de Gracia, para que aprenda labores y tareas antes de casarla, allí conoce a una monja María de Briceño, que tendrá una gran influencia. En esta breve etapa Teresa decidirá que no quiere casarse y que desea entrar a un convento.
Con la firme oposición de su padre, que se negaba a permitir que se ordenase como religiosa, Teresa consigue, tras unos años, convencer a otro de sus hermanos para escaparse y profesar ambos. Se hace patente otra de las cualidades de Teresa y es que era una mujer inteligente y muy persuasiva.
Nada más entrar en el convento de la Encarnación y tras conseguir la autorización paterna para profesar, su salud ya delicada se debilitó. La enfermedad que la aquejaba no está clara, algunos autores especulan sobre cardiopatías, incluso sobre que podía sufrir el mismo tipo de epilepsia extática de Dostoievski. En su tiempo ni médicos ni curanderas fueron capaces de mejorar su estado.
En 1539 (con 24 años) sufrió un ataque con convulsiones muy violento y entró en un coma profundo, durante 4 días fue velada y dada por muerta, se cabo su tumba. Despertó del coma, pero quedó terriblemente afectada, con una parálisis casi completa. Tardó tres años en poder retomar su vida en el convento, aunque con limitaciones.
En 1555 (con 40 años), después de haber vivido 20 años en el Monasterio de la Encarnación, según los modos del carmelo de sus tiempos, esto es más de 100 monjas en un convento, con la frivolidad, las visitas, las comodidades y la estructura de clases. Teresa retoma sus ejercicios espirituales con intensidad, sufre algunas visiones o señales. También recaídas de su enfermedad. Ese año conoce a Doña Guiomar de Ulloa, una joven viuda adinerada que se convertiría en su apoyo.
En 1560, tras haber mantenido frecuentes contactos con franciscanos, junto a un grupo de monjas decide iniciar la fundación de un nuevo convento (el de San José) que siguiera las reglas carmelitas originales: austeridad, pobreza y clausura.
Su reforma entendía que en un convento no debía haber más de 13 monjas (12 +1) emulando el número de los apóstoles de Cristo. Daba muchísima importancia al fomento de la lectura en sus comunidades.
La historia no acaba aquí Teresa en su larga vida y pese a su delicada salud fundó 17 monasterios de monjas y 16 de frailes (con la colaboración San Juan de la Cruz) en diferentes puntos de la geografía. Escribió innumerables cartas, poesía, libros, entre ellos una de las piezas claves de la literatura mística “Las moradas del castillo interior”. También era una mujer luchadora que fue incomprendida, malinterpretada y perseguida en su época. Incluso uno de sus libros fue denunciado a la inquisición.
Su cadáver ha sido varias veces «intervenido», para extirparle partes que se encuentran repartidas por diferentes lugares como reliquias. Cosas de la iglesia.
6. La comida abulense.
Si eres de buena mesa, de comida castellana y platos contundentes, has llegado al lugar adecuado. Los platos más destacados de la gastronomía de la ciudad son:



- El chuletón de Ávila, el indiscutible rey. Puede ser de ternera, de buey o de vaca, pero debe ser de la raza conocida como avileña-negra. Este plato se sirve en casi todos los restaurantes de la ciudad.
- Las patatas revolconas, o patatas meneás, un plato de origen humilde con base de patatas y pimentón y con topes de torreznos.
- Judiones del Barco de Ávila, contundentes es decir poco, pero deliciosos para los amantes de la cuchara. Recomendables en invierno.
- La sopa castellana, otro clásico para esos días fríos de invierno.
- El postre más famoso de Ávila, las yemas de Santa Teresa. El souvenir perfecto.
Restaurantes en Ávila que probamos:
De mi última estancia te puedo recomendar estos dos restaurantes:
Restaurante Alcaravea: frente a la Catedral, con una completa carta de especialidades abulenses y ambiente agradable. Buena comida con entradas, vino, postre y café unos 50€ por persona.
Restaurante posada Las Cancelas: otro lugar de cocina castellana con el comedor ubicado en un bonito patio de columnas cubierto. 46€ por persona (incluyendo vino, postre y café)
7. Ávila nocturna e iluminada.

Espero que puedas seguir mi consejo y dedicarle, al menos una noche a la ciudad. A la caída del sol la muralla se ilumina dejando está fabulosa estampa. El punto fotográfico por excelencia se encuentra en el conocido como el Mirador de los cuatro postes. Desde esta cruz del s XVI tendrás una panorámica perfecta.

Las fachadas, las calles y las plazas iluminadas tienen una magia especial.
A más azúcar más dulce…
Si has seguido mi consejo inicial y dedicas más de una jornada a la ciudad hay algunas visitas más con las que puedes completar tu estancia. Elige las que se ajusten a tu gusto. Aprovecha para un recorrido tranquilo, paseando por la ciudad y disfrutando del ambiente.
1. Palacio de Superunda,
que alberga la Casa Museo Caprotti.
2. Jardines de Mosén Rubí, reliquias de la gran judería de Ávila.
La judería de Ávila fue una de las mayores de Castilla, en el siglo XIII acogía a una importante escuela talmúdica, en ella trabajó y vivió uno de los rabinos sefardís más influyentes de la tradición cabalística: Moshé bem Sem Tob de León (Moshé de León), -entre 1295 y 1305. A este sabio judío se le atribuye la autoría del Zóhar o Libro del Esplendor, que junto con el Talmud y la Biblia es una de las tres grandes obras de la mística cabalística.

Este mismo siglo sería el escenario de la aparición de otro curioso personaje Nissim ben Abraham, conocido como El Profeta de Ávila, autor del Libro de las maravillas de la sabiduría, y protagonista de un episodio rocambolesco, ya que se presentó a sí mismo como profeta y anunció una aparición mesiánica para una fecha concreta. Llegado el día, lo único que apareció en la sinagoga fueron unas cruces. Algunos interpretaron este hecho como una señal y del profeta y del mesías nada más se supo.
La comunidad judía de Ávila gozó de protección real durante el siglo XIV y parte del XV, pese a que la situación fue complicando para los sefardís en España (ver Carta a favor de los judíos de Ávila, dictada por los Reyes Católicos).
3. Iglesia de San Pedro Apóstol.
Ubicada justo enfrente de la puerta del Alcázar, en la Plaza del Mercado Grande. Aunque es de factura románica, el rosetón central ya apunta hacia el gótico. Destacan:
- Portada del evangelio.
- Pila bautismal gótica policromada.
- Obelisco con Sta Teresa “La palomilla”.

Este lugar fue el escenario el primer gran auto de fe de la inquisición contra los judíos en Castilla. El 16 de noviembre de 1491, se celebró aquí mismo el Juicio del niño de La Guardia. En este expediente se acusó a un grupo de judíos y conversos del secuestro y asesinato de un niño cristiano de 3 a 4 años, sobre el cual practicaron un ritual oscuro de magia negra para atraer la muerte hacia ciertos cristianos e inquisidores. Se les acusaba de crucificar y arrancar el corazón de la criatura que usarían para envenenar el agua de las víctimas.
Puede parecer ridículo o exagerado, pero varias personas perdieron la vida en la hoguera como consecuencia de esta acusación, pese a que jamás se encontró el cadáver de ningún niño ni se denunció ninguna desaparición en la zona. Este juicio tuvo mucha propaganda y supuso el detonador del edicto de expulsión de los judíos de marzo de 1492.
Sin embargo, la influencia de los judíos en Ávila y en la cultura española en general sigue siendo evidente hasta el día de hoy. Ávila sigue siendo un lugar de peregrinación para muchos judíos y la ciudad cuenta con el mayor cementerio judío del país.
4. Bóvedas del Carmen
5. Torreón de los Guzmanes,
Actual Diputación de Ávila y Centro de Interpretación de la cultura vetona.
6. Museo de la Intendencia del ejercito.
Museo de visita gratuita, instalado en un Palacio y que entre otras curiosidades alberga una colección de simpáticas miniaturas de militares y otros personajes de Ávila (esta es mi parte favorita de este museo).

7. Plazas del Mercado:
El mercado Chico (Intramuros), ubicado en el lugar que ocupó el foro romano y el Mercado Grande (Extramuros). Todos los viernes encontrarás un mercadillo de alimentación, el Mercado de la Fruta que se celebra históricamente.
8. Fachada Palacio de los Dávila.
Aquí encontramos una curiosa puerta y una historia del 1512. D Pedro de Ávila quiso contar con su propia puerta en la muralla, directa a su palacio, para no someterse a los horarios de la ciudad. Las autoridades le obligaron a cerrarla ya que ponía en peligro la seguridad de la ciudad y él abrió esta mucho más ostentosa con la siguiente leyenda: “Cuando una puerta se cierra, otra se abre”.

Ávila tierra de leyendas y marco para mujeres irrepetibles.
Te contaré alguna de sus leyendas más conocidas.
La leyenda del rey niño.
Esta leyenda es la razón por la que Ávila cuenta con el pseudónimo de Ávila del Rey. El rey de Aragón Alfonso I el Batallador, se casó con la reina Urraca de León en 1109. Ella ya tenía un hijo de su anterior matrimonio con Raimundo de Borgoña (el futuro Alfonso VII). El matrimonio nunca estuvo bien avenido, finalmente se alejó y puso a si hijo bajo la protección de los nobles de Ávila. Alfonso se plantó en 1111 ante las murallas con algunas de sus fuerzas exigiendo la entrega del niño o comprobar que seguía vivo ya que le había llegado noticias de su muerte. Pidió la rendición de la ciudad o que le demostrasen que seguía vivo. Los nobles aceptaron mostrar al niño por encima de la muralla y para que el rey pudiera acercarse a una distancia que le permitiese verificarlo con seguridad, intercambiaron a 60 caballeros de la ciudad. Alfonso se acercó a las murallas y el pequeño fue mostrado desde el cimborrio de la catedral (esta imagen aparece reflejada en el escudo de la ciudad).
Podrás imaginar que el enfado y la frustración del rey fueron mayúsculos. No tenía nada que hacer ante las poderosas murallas y no tampoco hacerse con el niño para “tutelarlo”. De modo que en represaría ordenó matar a los caballeros cautivos, sus cuerpos fueron despedazados y sus cabezas se hirvieron en aceite (ya, ya sé lo que estás pensando: ríete de Juego de Tronos). La zona donde ocurrió la masacre sigue llamándose Las Hervencias, en memoria de aquel suceso.
Aunque no hay pruebas fehacientes de si se trata de una historia real o es pura leyenda.
Las mujeres con voz, la leyenda de Jimena Blázquez.
Poco después de este suceso nos llega otro con tintes de leyenda, en este caso femenina. La historia es bastante arquetípica y la he escuchado con diferentes tintes, en otras ciudades. Es esquema es siempre el mismo: el gobernador que ha salido de la ciudad y dejado a su esposa Ximena al mando. Los musulmanes en tiempos de la reconquista que, conocedores de la falta de defensa de la ciudad, se preparan para su ataque no cuentan con que Ximena viste a las mujeres y a los ancianos que quedaban en la ciudad como guerreros y los coloca en las murallas con antorchas y vociferando, haciendo creer a los atacantes que la ciudad tiene protección y por lo tanto se convencen de desistir en su intento.
Se dice que Ximena consiguió que las mujeres abulenses tuvieran el privilegio de participar en las reuniones del Ayuntamiento desde entonces, aunque no he sido capaz de confirmar esta información en ninguna fuente de confianza.
Espero y confío que disfrutes de tu estancia en esta apasionante ciudad llena de historia y misticismo.
Alojamiento en Ávila
Nos alojamos en este sencillo pero correcto hotelito, frente a la puerta de La Santa que se llama igual: Hotel Puerta de la Santa.
Nos costó 76,50€ la noche para dos personas (sin desayuno), contratado desde Booking. Te dejo el enlace.
*Si eliges usar este enlace para contratar este alojamiento o algún otro en la web de Booking yo puedo recibir alguna pequeña comisión, pero tus precios no se verán incrementados de ninguna forma.
Más información:
Turismo ciudad de Ávila: https://www.avilaturismo.com/
Página Oficial de Turismo de la Diputación de Ávila https://www.turismoavila.com/web/inicio/
Muralla de Ávila http://muralladeavila.com/es/
Puedes ver el vídeo con la guía al completo del este recorrido:
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