A lo largo de los siglos el ser humano ha querido prepararse para cruzar al más allá, rendir culto a sus fallecidos y conservar la esperanza de una vida mejor más allá de los límites de la muerte.
Desde los albores de la humanidad, desde las primeras manifestaciones del arte: las esculturas más bellas y los monumentos funerarios más grandiosos han puesto de manifiesto la obsesión del hombre con trascender a su mortalidad.
En el preludio de la tradicional festividad de Todos los Santos, el comercializado “Halloween”, el “Samhain” con el que iniciaban el año los celtas; nuestra cultura celebra el instante efímero en el que el “más allá” y la dimensión de los vivos están más próximos.
Es el momento en el cual el velo entre los mundos se vuelve más frágil.
Siglos de tradiciones y costumbres, folclore y gastronomía con un denominador común, el culto a los que nos dejaron. Una época que ofrece a la vez un espectáculo único para un viajero cultural.
Te recomiendo un plan que solo podrás disfrutar en estas fechas, acércate hasta el Cementerio Municipal San Antonio Abad, en Alcoy.
En 1885 se inaugura este cementerio, unos años en lo que la sociedad alcoyana se encuentra en un momento de gran bonanza, la industrialización de los medios de producción en la ciudad hace florecer una nueva élite de industriales enriquecidos que desean engalanar su vida y su muerte.
El nuevo cementerio se llena de ricos y sofisticados panteones, pequeñas obras de arte que se adornan con extraordinarias esculturas. La parte más antigua del cementerio cuenta con elementos del llamado eclecticismo, historicistas, art déco, art Nouveau, racionalismo, etc. Un pequeño y solemne museo al aire libre que disfrutaras recorriendo con calma.
El monumento más fotografiado es este bello “Ángel del silencio”, esculpido por Lorenzo Ridaura para el panteón familiar de Agustín Gisbert.
Esta ciudad de los muertos en miniatura es diseñada por el ingeniero alcoyano Enrique Villaplana que trazó calles y paseos al estilo burgués que estaba de moda en Europa, pero que era novedoso en España.
Otra de sus curiosidades es que cuenta con unas galerías subterráneas, que emulan las catacumbas que servían de enterramiento a los primeros cristianos en Roma.
Una pirámide blanca hace las veces de cenotafio y da cobijo a la fosa común.
En este cementerio encontramos el uso del hierro fundido, elegido como marca de modernidad.
Otra zona interesante es la parte del cementerio civil, que pone de manifiesto diferentes creencias espirituales. Dedícale tu atención a leer algunos de los epitafios
El recorrido forma parte de la Ruta Europea de Cementerios desde 2012.
La Oficina de Turismo de Alcoy cuenta con un folleto y un recorrido recomendado para que puedas disfrutar de lo imprescindible si lo recorres por libre, siguiendo la ruta “Alcoy, la ciudad dormida”.
Aunque lo ideal sería que te sumases a una de las visitas guiadas y comentadas por la compañía Quality Tours Mariola que solo se realizan durante algunos días del mes de noviembre. Yo realicé este tour y os lo recomiendo sin dudar.
Si buscas un alojamiento con encanto en la zona, te recomiendo el Hotel Masía de La Mota:
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