Conocerás muchas cosas de la capital de la república de Irlanda, pero quizás hay muchas otras que desconoces.
Si dispones de unos días, Dublín se presenta como una interesante propuesta, es fácil volar desde España y como también es miembro de la Unión Europea no necesitarás ni pasaporte ni cambiar moneda. Pese a que los siglos de pertenencia la imperio británico les han dejado esa anómala costumbre de conducir por la izquierda y el idioma inglés, el carácter del irlandés es más próximo al estilo mediterráneo que el de sus vecinos del Reino Unido. Respecto al idioma, sin duda han sacado buen provecho de él por la cantidad de insignes escritores en inglés que Irlanda a dado al mundo.
Irlanda, datos prácticos.
Solo para que quede claro qué es Irlanda y qué no es: Irlanda es una isla, la segunda mayor de toda Europa.
En esta hermosa isla, la mayor parte del territorio pertenece a la República de Irlanda, un país joven que se independizó de Reino Unido en 1922 (apenas cien años), que pertenece a la UE, emplea el Euro como moneda y su capital es Dublín.
Una porción del territorio al norte de la isla -una sexta parte- es Irlanda del Norte, uno de las naciones que conforman el Reino Unido, su moneda es la libra esterlina, no pertenecen a la UE y su capital es Belfast.
Como viajero tendrás que recordar que necesitarás llevar adaptadores de corriente de tipo G, los mismos que en el Reino Unido y que la conducción es por la izquierda, cuesta un poco acostumbrarse, yo los primeros días me volvía un poco loca para cruzar las calles. extrema la precaución si vas a conducir.
Aviso
Ojo, porque es habitual que los enchufes tengan un interruptor de encendido que tendrás que poner en modo ON. Es fácil despistarse.
Además del inglés, el gaélico irlandés también es idioma oficial de Irlanda, por lo que encontrarás toda la información y señalización en ambos idiomas. Aunque, al menos en Dublín, lo que se escucha hablar siempre es inglés.
Dublín, consejos para tu viaje
La característica que más te va a condicionar el viaje es el clima de la ciudad, cambiante e imprevisible: lluvia, viento, nubes se alternarán en un mismo día. Pero eso sí, cuando sale el sol, la ciudad deslumbra. Tendrás que ir preparado para todo.
La segunda dificultad tiene que ver con los horarios, la mayoría de las atracciones visitables, museos, etc, cierran a las 17 o 17:30. Si tienes poco tiempo planifica muy bien para no perderte ninguno de tus imprescindibles. Siempre te queda la opción de pasear, hacer un Free Tour por la ciudad -como este de Civitatis que yo realicé-, o pasar el rato en un pub escuchando música en vivo y alternando con la gente.
Otra cosa a tener en cuenta es que los precios en general son superiores a los que suelo pagar en España en las grandes ciudades, planifica bien en caso de tener un presupuesto ajustado.
Por último, la mayoría de las actividades y visitas se realizan en el centro y puedes llegar a todas ellas caminando. Si te gusta pasear, lo tienes fácil.
También hay posibilidad de alquilar bicis, coger un autobús urbano o el tranvía (no hay metro en Dublín), aprovecha para caminar.
Si vas a estar varios días y tienes intención de visitar muchas cosas, te puede interesar adquirir uno de los pases combinados que comercializa la compañía Go City: Dublin All-Inclusive Pass . Se puede comprar en diferentes webs, te puede interesar hacerlo por ejemplo en Civitatis*. Los precios varían entre los 74 y los 149 € en función de los días de validez. Ojo: se activa por días naturales, no por periodos de 24 horas, es decir si la usas por primera vez el día 1 a las 20:00, ese día ya te contabiliza como un día consumido.
La página web oficial de turismo de Dublín es https://www.visitdublin.com/
Las 10 actividades que no te puedes perder en Dublín
A continuación, te voy a mostrar las 10 actividades que no te puedes perder en Dublín.
1. El Trinity College
Además de recorrer el señorial campus del Trinity College, una de las universidades más prestigiosas del mundo, no te pierdas la visita a la exposición sobre el Libro de Kells que incluye el acceso a la Old Library, uno de los lugares más cinematográficos de Dublín.
El Trinity College lo fundó en 1592 la Reina Isabel I en los terrenos de un antiguo convento agustino.
Era una universidad creada para los hijos de ingleses, donde no podían estudiar ni católicos (hasta 1793), ni mujeres (hasta 1904). La reina no quería que los jóvenes tuvieran que ir a otras universidades de Europa y regresasen “contaminados de ideas papistas”. Tanto Isabel como su padre Enrique VIII estaban enfrentados con la iglesia católica desde su autoproclamación como anglicanos.
Las dos bibliotecas del Trinity albergan más de 2 Mill de libros y 2.000 manuscritos. Dentro del Trinity College se encuentra el Libro de Kells, un Evangelio manuscrito realizado por monjes celtas con los cuatro evangelios del Nuevo Testamento bellamente ilustrados.
También en el interior de la Old Library se localiza el arpa medieval más antigua de Irlanda, cuya posesión se atribuye al Alto Rey de Irlanda Brian Boru (s XI). En realidad no pudo ser suya porque se sabe que se fabricó unos 4 siglos después. Pero eso no parece importar mucho. El arpa es reconocida como un símbolo de Irlanda desde el siglo XIII, aparece en su bandera, en el logo de Ryanair y en el de la cerveza Guinness.
Te recomiendo que compres la entrada online con antelación en este enlace. Te costará mínimo 25 € por persona, es cara, pero una de las visitas más bonitas de Dublín. Al menos para alguien que, como yo, ama las bibliotecas.
Nota para cinéfilos
Hay un error común en muchos blogs que dicen que esta biblioteca es la inspiración de la biblioteca de Howarts en la saga de Harry Potter. Es una confusión, la que se usa en estas películas en la Bodleian Library de la Universidad de Oxford.
En cambio esta sí que fue la elegida por George Lucas como inspiración para la Biblioteca del templo Jedi en Coruscant que se puede ver en Episodio II. El ataque de los clones. No le permitieron filmar en ella, pero hizo una reproducción bastante fiel, llevada al universo Star Wars.
2. Las catedrales medievales de Dublín: Christ Church y St. Patricks
Visitar las 2 catedrales medievales de Dublín, que por cierto hoy son anglicanas, aunque el país es mayoritariamente católico. La razón es simple, con la imposición del anglicismo a todo el Reino Unido, las iglesias y catedrales católicas se convirtieron en protestantes anglicanas o cerraron sus puertas. Es una de las razones por las que hoy puedes encontrar iglesias reconvertidas en pubs, en bancos o en hoteles.
Otra pregunta que quizás te hagas es por qué hay dos catedrales en la misma ciudad, la razón es que Christ Church está considerada la catedral de la ciudad de Dublín, mientras que St. Patricks se conoce como la catedral de todo el país, dedicada al patrón de Irlanda San Patricio.
Christ Church
Esta catedral (hoy anglicana) fue erigida como iglesia cristiana por orden de un rey vikingo en 1028, esto la convierte en la más antigua de las dos catedrales de Dublín.
Tiene una historia interesante. Así como en otras catedrales al entrar la vista se va hacia arriba, en la Catedral de la Santísima Trinidad lo que atrajo mi mirada es el característico y colorido suelo de baldosas.
La entrada cuesta 11 € e incluye una audioguía en español. Puedes comprarla on-line AQUÍ o directamente en taquilla.
La visita incluye la cripta en la que se exhiben algunos tesoros de la catedral y también algunas curiosidades, por ejemplo parte del vestuario usado para el rodaje de la serie del 2007 “The Tudor” (la segunda temporada arranca en la nave principal); o los cuerpos momificados de un gato y un ratón encontrados dentro del órgano.
St. Patricks
La catedral de San Patricio es la mayor iglesia anglicana de toda Irlanda, fue construida por los normandos en 1190. Entonces se ubicó extramuros, junto al pozo donde, según la leyenda, San Patricio bautizó a los primeros cristianos.
Hay muchas leyendas alrededor del santo patrón de Irlanda. Se cuenta por ejemplo que el santo expulsó a las serpientes de la isla. Expulsar a la serpiente es una metáfora habitual cristiana, en la que se asocia a la serpiente con el paganismo. La realidad es que en Irlanda nunca hubo serpientes y San Patricio no tuvo nada que ver en ello, es una característica puramente geográfica al ser una isla separada de otras por un canal de aguas bravas los ofidios no tuvieron acceso. Lo mismo ocurre en otras grandes islas como Islandia, Groenlandia o Nueva Zelanda.
Otra leyenda le atribuye el origen de uno de los símbolos de Irlanda, el trébol de tres hojas. Se dice que al no hablar la lengua local uso el trébol para explicar a los nativos el concepto de la trinidad.
La entrada cuesta 10 €, con audioguía en español. Te aconsejo revisar los horarios de apertura en su web AQUÍ (te vas a reír, si seleccionas español, con algunas de las traducciones automáticas de su web). Si tienes oportunidad de acudir a una de sus misas con coro, he leído que son un digno espectáculo.
La audioguía te narrará algunos datos históricos y curiosidades.
Me llamaron mucho la atención, en la zona del coro, las sillas coronadas por yelmos, espadas y estandartes. Y es que este lugar es la capilla de la gran orden de caballería irlandesa, La Ilustrísima Orden de San Patricio hasta 1871. Esta orden fue creada en 1783 por Jorge III, el nombramiento de caballeros de San Patricio se mantuvo hasta 1922, con la independencia de la República de Irlanda.
Cada vez más extendida en diversos países, la irreverente festividad de San Patricio se celebra el 17 de marzo, con eventos multitudinarios, las ciudades decoradas en verde y litros y litros de alcohol.
3. Visita la Guinness Storehouse
Conoce los secretos del producto irlandés más conocido en el mundo, la cerveza Guinness en su emblemático Guinness Store House. Reserva la entrada con antelación y fíjate bien en los horarios, ya que el precio varía en función de la hora. Las entradas tienen un coste mínimo de 20€ (en función de la modalidad) e incluye la degustación de una pinta en el bar con vistas de 360 grados de la azotea.
Es museo tiene un montaje espectacular lleno de recursos multimedia, es entretenido de visitar. Si tienes poco tiempo en la ciudad, quizás no te lo recomendaría. Pero si tienes tiempo suficiente y/o eres fan de la cerveza Guinness no lo dudes.
Si eres más de whiskey, puedes apuntarte a un tour para conocer las diferencias entre el whiskey irlandés y el whisky escocés (además de por la e, en el nombre).
A partir de 26€ por persona puedes visitar la destilería Jameson en Bow Street
4. Pasea por los jardines de Dublín
Pasea por sus maravillosos jardines victorianos, en cuanto tengas un ratito de sol, son remansos de paz en plena ciudad: St Sthephen Green, Merrion Park o Iveagh Gardens. Un poco más apartado el impresionante Phoenix Park donde viven incluso ciervos.
Los preciosos parque del centro de la ciudad se construyeron, la mayoría para uso privado de los vecinos, que eran los únicos que disponían de llave de acceso. El mecenazgo de la rica familia Guinness es responsable de que varios de ellos pasaran a ser privados a públicos.
5. Conoce el Dublín literario
Dublín es literatura, poesía y música: conoce a sus grandes literatos, entre ellos varios premios Nobel, los encontrarás en muchos rincones y pubs de la ciudad. Y disfruta de la música que suena en vivo a casi cualquier hora en la ciudad.
Encontrarás omnipresencia de imágenes de James Joyce, uno de los escritores dublineses más influyentes y que era cliente habitual de los pubs de la ciudad.
“Dublín tiene la belleza del rostro sonriente de una mujer, y la personalidad de un hombre endurecido.”
James Joyce
Oscar Wilde, para muchos el escritor más importantes de la literatura irlandesa, y uno de los más importantes escritores en inglés de todos los tiempos. Diferentes efigies dan crédito a su paso por la vida dublinesa.
No están solos: Jonathan Swift, mundialmente conocido por “Los viajes de Gulliver”, el poeta William B. Yeats, Bram Stocker archiconocido autor de “Drácula”; Elizabeth Bowen, el experimental Samuel Beckett . No olvido a plumas tan reconocidas como CS Lewis (creador de “Las crónicas de Narnia”), Seamus Heaney, George Bernard Shaw, Edna O’Brien (“Las chicas del campo”) o Claire Keegan.
Pocas ciudades cuentan con un patrimonio literario tan rico,razón por la cual la UNESCO seleccionó Dublín como Ciudad de la Literatura.
6. Disfruta del ambiente de los pubs de Dublín
Como casi todo cierra a las 17 o 17:30 tienes tiempo para vivir el ambientazo de los pubs de Dublín y comer, tomarte una pinta o hacer nuevos amigos. Los dublineses son muy abiertos y de sonrisa fácil.
Los pubs han sido parte inseparable de la cultura irlandesa (al menos de la cultura masculina, ya que hasta hace poco no eran muy frecuentados por mujeres). En los pubs se come, se hacen negocios, se espera, se canta y se ahogan las penas. La mayoría ocupan todo el edificio con varias plantas llenas de distintos ambientes y salones, e incluso habitaciones.
La zona de pubs más céntrica y también turística es la de Grafon St. y la del barrio conocido como Temple Bar, aunque existe un pub con ese mismo nombre, el barrio no se llama así por el pub, sino más bien al contrario. A principios del siglo XVII, la zona era propiedad de la familia de William Temple, para llegar a su mansión se seguía un camino de tierra que atravesaba lo que hoy es el barrio y que los locales llamaban el Temple Barr (barr significa camino de tierra en gaélico irlandés). La grafía se simplificó quedando como Temple Bar.
No te quedes solo con el famoso pub Temple Bar, te aconsejo recorrer algunos de los pubs más históricos, musicales y literarios de Dublín. Algunas propuestas: el Neary’s, el Long Hall, el Stag’s Head (abierto en 1770 y decorado con cabezas de ciervos), el Doheny and Nesbitt, el McDaid’s (desde 1779), el O’neills, el David Byrne’s (donde Joyce era habitual y que es mencionado en sus obras) y el Keyhoe’s.
El Brazen Head , histórico y animado, se anuncia como el pub más antiguo de la ciudad (dicen que abierto en 1198, aunque el edificio actual data de 1750).
El pub Mulligan’s abrió sus puertas en 1782.
Toners: Fundado en 1734, este pub es uno de los más antiguos y famosos de Dublín, lo frecuentaba nada menos que Bram Stoker. En la barra del Palace Bar, solían quedar los escritores Flann O’Brien y Brendan Behan.
Dos propuestas curiosas: The church, un pub moderno que se ubica en una antigua iglesia o el pub de los sepultureros: The Gravediggers, fundado en 1833 por John Kavanagh y que está ubicado junto al enorme cementerio de Glasnevin.
Este último tiene varias leyendas: Una de las leyendas dice que existe una compuerta secreta a través de la cual los trabajadores del pub pasan las jarras de cerveza a los enterradores para que su jornada laboral nocturna les sea más llevadera. Otra leyenda se relaciona con la aparición de un fantasma de hombre con gafas y barba que se toma una cerveza en una de las esquinas y que se esfuma cuando alguien intenta hablarle.
Prácticamente todos tienen música en directo, muchos incluso entre semana. Si tienes más tiempo escucha el talento de los músicos locales en The Celt en la parte norte del río Liffey, O’Donoghue’s en la orilla sur, The Old Storehouse. Son populares las sesiones de domingo en Dame Tavern, Walshs, Devitt’s y en Doheny & Nesbitt.
7. Recorre los museos gratuitos de Dublín
Aprovecha los museos gratuitos de la ciudad los “oficiales”, como el de Historia y Arqueología, la Galería Nacional de Arte, el de Ciencias Naturales o la Biblioteca Nacional, entre otros.
Ojo a los horarios porque casi todos cierran máximo a las 17:30.
8. Camina por los barrios de arquitectura georgiana de Dublín
Pasea por las zonas de arquitectura georgiana y sus casas con puertas de vivos colores, hay varias zonas donde se encuentran vistosas construcciones de este estilo arquitectónico que destaca el uso del ladrillo y las grandes puertas a media altura.
El estilo se llama así porque coincidió con los reinados de los cuatro reyes británicos llamados George, entre 1714 y 1830.
La mayoría de guías y webs cuentan la leyenda sobre el por qué de las puertas de colores en Dublín. Una que narra como un borrachín que regresaba a casa de noche tras una larga jornada de pintas en el bar, se encontró a su mujer en la cama con otro hombre; en un arrebato de celos los mató a los dos y cayó semiinconsciente por efecto de la melopea. Al día siguiente, cuando consiguió despertar, se dio cuenta espantado que se había confundido de casa y había asesinado a sus vecinos mientras dormían. De ahí que las esposas optaran por diferenciar las puertas para evitar futuras confusiones de sus maridos.
Una versión más política, nos ofrece una historia alternativa. Al parecer, tras la prematura muerte del príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria, esta se sumió en un largo duelo. El luto se trasladó a diferentes aspectos de la vida pública del Reino Unido, por ejemplo se consideró oportuno que se pintasen de negro las puertas de las casas, en muestra de respeto por la pena de la reina. Pero el pueblo irlandés, que siempre se consideró oprimido por los británicos, habrían hecho todo lo contrario como muestra de rebeldía.
No he sido capaz de encontrar la validación histórica de ninguna de las dos versiones, si tu conoces alguna fuente, házmelo saber.
9. Imagina la antigua Dublín vikinga
Descubre el origen vikingo de la ciudad, visitando el castillo de Dublín y los alrededores, donde se encontró el primer asentamiento de la ciudad.
La ciudad de Dublín la fundaron los vikingos como puerto comercial. Desde el año 841 ya hay evidencias de restos de muelles vikingos en Irlanda.
10. Disfruta las orillas del río Liffey, los Docklands y el Gran Canal
Recorre las orillas del río Liffey, cruza el famoso puente peatonal de Ha’pennys Bridge y llega hasta la zona nueva de los Docklands, donde se asientan las sedes de las grandes multinacionales tecnológicas y aprende sobre la diáspora irlandesa visitando la replica de un barco del siglo XIX (The Jeanie Johnston) o visitando el Museo de la Inmigración (EPIC).
Lo mejor es que todo esto, lo puedes hacer caminando.
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