Imagina la sorpresa que recibes cuando te acercas dispuesto a visitar un castillo que tienes pendiente en tu lista desde hace tiempo, y al levantar la vista de la carretera, te encuentras con una colina casi perfecta y arriba, coronando la cima, una fortaleza medieval…
¡Guau, DE PELÍCULA!
La ubicación
Estamos en la que una vez fue la frontera entre Castilla y Al-Andalus, ( desde la batalla de las Navas de Tolosa), en la provincia de Ciudad Real muy cerca de la localidad de Aldea del Rey (a unos 50 KM de Ciudad Real).
Ya desde la carretera te sorprenderá el emplazamiento tan espectacular de la fortaleza, en lo alto de un cerro (el de Alacranejo) a más de 900 m de altitud. Con un dominio visual alucinante del valle a sus pies y del principal paso para cruzar Sierra Morena, es decir, el punto natural de comunicación entre la meseta y el valle del Guadalquivir.
Este impresionante complejo sería a la vez fortaleza y monasterio de la orden de Calatrava.
El lugar es enorme (46 000 m2), y fue construida entre los años 1213 y 1217 usando como mano de obra prisioneros de guerra musulmanes de la batalla de las Navas.
Si planeas tu visita, no dejes de verificar los horarios de acceso y de las visitas guiadas en la página web oficial del castillo:
http://castillodecalatrava.org/
Visitar el complejo de Calatrava la Nueva
Para acceder al castillo tomaremos un camino empedrado que sigue el trazado original del siglo XVI, fue construido para facilitar la visita del rey Felipe II en 1560, y es que al buen señor no se le ocurrió una idea mejor que pasar su luna de miel con la jovencísima Isabel de Valois aquí.
El camino, al igual que el complejo, están protegidos como patrimonio.
Accedemos a una enorme cámara abovedada que serviría como caballeriza y puesto para la guardia, cualquiera que llegase a este punto era requisito que abandonase todas sus armas antes de acceder.
Sobre esta estructura se situaría la hospedería (hoy desaparecida) que daría cobijo a nobles y caballeros que transitaban por este paso.
Desde este punto se accede a las dos zonas perfectamente diferenciadas de las que se componía el castillo, por un lado, la fortaleza calatrava que alojaba a los caballeros y por otro lado el monasterio cisterciense que alojaba a los monjes de la orden. Por lo que se sabe no se relacionaban bien entre ellos, y el sentido común hacía aconsejable que interactuasen lo menos posible.
Alrededor de estas se organizaban diferentes edificios de oficios que daban servicio al castillo, como fraguas, hornos, y un molino de sangre…ya sé que suena muy gore, pero así se llamaba a los molinos que usan fuerza animal para accionar.
La IGLESIA y el MONASTERIO
Construida en estilo cisterciense (transición entre románico y gótico), lo más llamativo es el enorme rosetón de su fachada, original de la época de los Reyes Católicos, que supuestamente hace alusión a los 12 milagros de la Virgen María.
Una vez en el interior llaman la atención ciertos detalles como los arcos de herradura, las bóvedas principales están formadas en nido de golondrina o el uso de detalles bicolor que caracterizan la arquitectura califal, todo ello característicos de la arquitectura musulmana. Tampoco nos tiene que extrañar si recordamos que los constructores eran esclavos sarracenos cautivos.
Pese a los daños que sufrió todo el complejo con el terremoto de Lisboa de 1755, que destruyó conmpletamente las vidrieras, la iglesia sobrevive y la razón la encontramos en sus columnas. Están construidas en roca volcánica (toda la zona en la que nos encontramos, el Campo de Calatrava, es de origen volcánico – más de 350 volcanes que se sepa-), esta roca no solo es ligera, sino que además tiene cierta flexibilidad, lo que permitió el cimbreo y evitó el derrumbe.
En la iglesia, estuvo sepultado Pedro Girón, maestre de la orden que estuvo a punto de convertirse en el esposo de Isabel de Castilla, si este matriminio se hubiese realizado (Don Pedro murió misteriosamente cuando se dirigía al encuentro de su prometida para la boda), otra historia tendríamos en España.
Desde el convento existe un acceso directo a la iglesia para los miembros del convento. Junto a ella el cementerio de los calatravos, en el que los monjes extendieron tierra traída directamente de Tierra Santa como medio de “santificar” el lugar.
La parte de convento de clausura cisterciense, estuvo ocupado hasta principios del siglo XIX, ¡casi 6 siglos!
La FORTALEZA CENTRAL
Una primera puerta, con arco apuntado que funcionaba como barbacana, desemboca en una escalera que se estrecha en forma de embudo y con un trampantojo que provocaría la caída al vacío de los primeros atacantes de una invasión.
Desde este punto se da paso a una segunda puerta en codo, que desemboca en una nave abovedada que funcionaría como caballeriza y desde aquí al pequeño patio de armas del castillo. El espacio es pequeño por limitaciones de espacio, porque en el castillo solo había varias decenas de caballeros de forma permanente y por cuestiones defensivas. De haber llegado hasta aquí enemigos se encontrarían encajonados en un espacio reducido, dominado por una pequeña torre con una escalera de caracol tan estrecha, que no permite acceder con escudo y espada simultáneamente. La torre está coronada por un saetero desde donde un arquero podía hacer blanco fácilmente sobre los atacantes.
Esta escalera de la torre también da acceso a la zona donde se ubicarían los archivos y biblioteca de la orden. Esta parte ligeramente apartada de la principal y construida enteramente de piedra se escogía para minimizar el riesgo de propagación de incendios que pusiera en peligro los documentos de la orden.
Volviendo al patio de armas, a la izquierda estaría el dormitorio y despacho del gran maestre y enfrente un edificio de al menos cuatro plantas que albergaria distintas estancias.
Las vistas desde lo alto son espectaculares, dominando el valle que da paso a Sierra Morena y con visibilidad hasta el único punto de cruce por el cual un ejercito podría llegar a la meseta desde el valle del Guadalquivir.
Gracias a todas estas precauciones y al desarrollo de la historia, el castillo nunca sería conquistado. Pero nos sirve para conocer los conocimientos de la época en la defensa. En total contaba con cuatro murallas que cualquier atacante tendría que franquear. No fue la guerra sino la naturaleza la que venció, el lugar fue severamente afectado por el terremoto de Lisboa de 1755, que destruyó las vidrieras del rosetón, y supuso la causa del abandono final de 1802.
Si todo esto no es suficiente, debes saber que este lugar esta considerado uno de los castillos roqueros más importantes de Europa.
Relaciones con el cine y la literatura
El año 2020 se estrenó en la plataforma HBO la serie de Alex de la Iglesia “30 monedas” (aparece el interior de la iglesia).
En 2010 fue uno de los escenarios de rodaje de la película El Capitán Trueno y el Santo Grial.
Localizadores de exteriores de HBO de Juego de Tronos, han estado valorando la ubicación para otros proyectos.
Seguro que te ha venido a la mente la popilar obra de Umberto Eco “El nombre de la Rosa”, pues no es casual, y por eso se empleó como escenario para envestir a Eco como doctor Honoris Causa por la Universidad de Castilla la Mancha.
HISTORIA DEL CASTILLO Y DE LA ORDEN DE CALATRAVA
La orden de Calatrava
Rondaba el siglo XII, al Alfonso VII le preocupaba la protección de Toledo, para ello controlar la ciudad y fortaleza de Kalaat-Rawah (actual Calatrava La Vieja) le parece crucial y encomienda la tarea a la Orden del Temple. Unos años después los templarios en vista del aumento de las fuerzas enemigas, renuncian a la tarea y devuelven al rey la tarea..
** Ojo al dato: templarios renunciando a su juramento. Me da a mí que eso es un poco rarito.
El caso es que el ahora rey Sancho III se encuentra con una fortaleza estratégica, sin defensa y sin medios para hacerse cargo, convoca a sus nobles y les ofrece la cesión de la plaza, a cambio de su defensa.
Teniendo en cuenta que los AGERRIDOS templarios no se habían visto capaces de mantenerla, ninguno de los nobles parece estar interesado. Finalmente es el abad cisterciense Raimundo de Fitero, el que se ofrece para la tarea- azuzado por Fray Diego Velázquez, antiguo capitán del ejercito y amigo de la infancia del rey.
Entre los dos, con apoyo del obispo de Toledo y sin mediar consentimiento alguno de la orden del cister, ni del monasterio ante el que rendían obediencia Scala Dei, fueron capaces de reunir en muy poco tiempo un ejército de 20.000 personas. Por su parte, los sarracenos, conscientes del refuerzo de la defensa, e impactados por el incremento de sus defensores, desistieron en su ataque y se retiraron sin presentar batalla.
Como a los caballeros les resultaba incómodo rendir cuentas a un abad, y seguir la vida contemplativa de los monjes del cister, decidieron elegir un Gran Maestre. Había nacido una nueva orden de monjes-soldados, la Orden de Calatrava. Que se convertiría en una de las cuatro grandes órdenes de la actual España. El Papa Alejandro III la confirmaría en 1164, integrándola bajo la orden del Cister, otorgándole su primera regla y manteniendo su doble vertiente guerreros y monjes.
Como curiosidad, es la única orden que tenía representación femenina, sólo la parte de monacal. Quizás no te diste cuenta, pero conoces a la novicia más famosa de la orden: Doña Inés, la de Don Juan Tenorio de Zorrilla.
Los calatravos fueron uno de los pilares militares de la reconquista. En 1195 participaron con Alfonso VIII en la trágica batalla de Alarcos, en la que perderían la vida una gran cantidad de miembros de la orden, a raíz de esta batalla la cruz negra de la orden paso a ser roja en honor a los hermanos perdidos.
Castilla y los reinos cristianos en coalición, llamados a Santa cruzada por el Papa, no se redimieron de esta terrible derrota hasta que llegó las Navas de Tolosa (1212), esta vez sí, la batalla fue ganada por los cristianos.
Con vistas a proteger la nueva frontera, los calatravos construyen su nueva fortaleza sobre los cimientos del castillo de Dueñas. Usando a esclavos de guerra como mano de obra y estableciendo en ella la sede de la orden. El castillo-monasterio se mantendría ocupado por la orden hasta el siglo XVIII, el terremoto de Lisboa de 1755, provoca daños irreparables en la estructura y los monjes se trasladarán a la ciudad de Almagro.
La orden llegó a ser importantísima y a poseer innumerables riquezas. Los maestres como administradores máximos tenían consideración de verdaderos príncipes eclesiásticos, participando en consejos y asesorando tanto a reyes como a papas.
La importancia que adquirió la Orden debido a sus riquezas e inmunidades fue tan amplia que sus maestres se convirtieron en verdaderos príncipes eclesiásticos dándole los reyes prioridades de participar en sus consejos llamándoles a conciliar por los papas ofreciendo parte de elevación al solio pontificio.
Tras la disolución forzosa de los templarios, la orden fue una de las beneficiarias en la península, y recibió parte de sus propiedades.
En 1487, una vez finalizada la reconquista, el rey Fernando el católico consigue que el Papa le nombre Gran Maestre de la orden, desde este momento y hasta hoy, la corona de España ostentará el título de manera hereditaria.
Requisitos para ingresar en la Orden
El posible caballero tenía que probar, mostrando sus 4 primeros apellidos, ser hidalgo de sangre y no de privilegio, sin haber tenido oficios ni él, ni sus padres, ni abuelos.
El pretendiente a ingresar no podía tener raza ni mezcla de judío, moro, hereje y converso. Ni haber tenido o descienda de penitenciados por actos contra la fe. No se darán hábitos a quien sea o descienda de prestamistas, procuradores o escribanos públicos.
No será caballero quien haya sido infamado y cometido algún acto impropio de caballero, ni el que no tenga medios decorosos con los que mantener su subsistencia.
¡¡Qué políticamente incorrecta es la antigüedad!!
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