Este punto es muy personal y mi consejo será que no te dejes influenciar por lo que te cuente ni yo ni nadie. Emplea tu propio sentido común, escucha y analiza antes de gastar dinero en cosas que no necesitas o que no se adaptan a tus necesidades.
Tras muchos viajes y destinos diferentes y probar equipajes de distintos formatos he llegado a tener una opinión sobre el tipo de equipaje que prefiero cuando viajo. Por eso aquí te resumo lo que creo que debes tener en cuenta para elegir la maleta más adecuada a ti y a tu forma de viajar.
Usa esta información como guía, es sólo mi opinión.
Imprescindibles
El peso
Que sea lo más ligero posible. Te aseguro que cuando debes cruzar aeropuertos corriendo para no perder una conexión o llegas tarde a un embarque, contar con un equipaje que pese poco es un más. Después de arrastrar tu equipaje durante días y acumular horas, cada gramo que restes se nota. Créeme tu espalda te lo agradecerá.
Yo dispongo de una báscula de este tipo, para asegurarme de no exceder los pesos límites.
Este modelo ya no está disponible, pero puedes ver algunos similares en Amazon en este enlace*:
Comodidad
Que sea cómodo y fácil de manipular. No deberías llevar contigo ningún equipaje que no puedas mover tu mismo, para subirlo a un transporte o para colocarlo en los almacenajes del avión sobre tu cabeza. Las ruedas con movimiento libre se agradecen. Agarraderas en los laterales.
Personalmente prefiero el tipo trolley que cuenta con doble barra en el asa, ya que eso me permite apoyar ahí el maletín del portátil, el bolso de viaje o la mochila de avión más pequeña mientras me muevo entre transportes.
Resistencia vs flexibilidad
En mi experiencia un equipaje rígido sufre mucho durante las manipulaciones de los aeropuertos, se llenará de abolladuras y arañazos con mucha facilidad, aunque sea de los caros.
Uno completamente flexible, como una mochila o bolsa de viaje tiene el inconveniente del desplazamiento del contenido y sufre directamente la presión o los golpes.
Por tanto, mi preferencia personal, es que yo me decanto por los modelos semirrígidos que tienen estructura y a la vez cierta tolerancia.
Teniendo en cuenta estos dos aspectos, estas son dos muy buenas opciones, en tamaño cabina/medio, que puedes encontrar en Amazon.
Cierres y cremalleras
Que sean de buena calidad. En este apartado, junto con el peso es donde de verdad se nota la diferencia entre marcas especializadas y las fabricadas tipo low-cost.
No te sirve de nada el comportamiento de la maleta si a la primera de cambio se revienta la cremallera y te encuentras tu ropa interior desparramada en la cinta de equipajes.
Un TIP a este respecto, siempre que factures equipaje emplea una cinta de sujeción alrededor, en caso de accidente con la cremallera, al menos esta se mantendrá cerrada.
Usa siempre cierres o candados de tipo TSA. Aunque ahora mismo no viajes a USA, quizás en un futuro tengas que hacerlo. Si quieres evitar que te rompan los cierres o candados en un control de equipajes, usa siempre este tipo de cierres en candados y cintas.
Colores o patrones
Elige colores o patrones diferentes. Cuanto más original sea tu maleta a simple vista, más fácil de localizar y más difícil será evitar confusiones para los demás pasajeros. Si no te es posible, al menos intenta personalizarla de alguna manera.
A considerar
El diseño
Si para ti es importante o valoras hacerte con una maleta bonita, mi consejo sería que elijas una maleta de tipo cabina, que siempre viaja contigo y puedes tener más controlada.
El equipaje de bodega o que se factura va a sufrir manipulaciones bruscas, golpes, caídas. Pregúntate si estás preparado para asumir que en tu primer vuelo largo te devuelvan abollada una maleta de diseño que te ha costado un riñón. Sé realista.
Distribución interior
Con la práctica he aprendido que prefiero las maletas con un único compartimiento, lo más aprovechable posible y dentro ya me organizo el contenido en contenedores de viaje de diferentes tamaños y colores.
TIP: si quieres una opción económica aprovecha las bolsas de congelación con cierre tipo zip, de tamaño grande, son perfectas para organizar conjuntos de ropa, que no se arruguen tanto y evitar que se manchen en caso de algún derramamiento accidental en el interior (a veces pasa).
La otra razón es que, al abrir la maleta en el hotel para acceder a la ropa, no necesito mantenerla abierta completamente como las compartimentadas. Si te has alojado en un camarote pequeño o en un hotel en Japón, sabrás qué me refiero.
Protege el equipaje que va a bodega
No sólo por los golpes, también me he encontrado con maletas completamente mojadas tras aterrizar en algún aeropuerto en el que estuviera lloviendo.
Tienes opción de hacerte con bolsas especiales de protección de maletas, usar los mostradores de plastificación de equipajes que hay en la mayoría de los aeropuertos (bastante caros, por cierto) o usa otro truco del almendruco.
TIP: hazte con un par de rollos de papel film de envolver (uno para la ida y otro para la vuelta), de los que se usan en cocina y plastifícate tú mismo el equipaje. Créeme, funciona.
Para excursiones o extensiones
En muchos viajes puedes tener algún tramo o una extensión en el que vayas a usar un transporte especial: canoas, barcas pequeñas, tren nocturno, camión o una avioneta etc… Puede ser interesante que te lleves una bolsa de viaje pequeña o mochila y en ella cojas solo lo necesario para ese tramo.
En el hotel te pueden guardar la maleta principal con el resto de equipaje hasta el regreso.
En muchos de esos transportes tu maleta literalmente “no cabe”. O para llegar a tu transporte has de pasar por pasarelas, saltar al agua o subir por escalerillas angostas. Te lo dice la voz de la experiencia.
Aprovecha, alguna ligera y compacta que tengas en casa. Si vuelas en una aerolínea low cost, la más restrictiva que yo conozco es Ryanair, comprueba las medidas autorizadas en tu billete. Para estar seguro no deberías sobrepasar 40x20x25 cm.
Si viajas a un destino donde vayas a realizar deportes de agua, quizás necesites hacerte con una mochila estanca para mantener tus dispositivos a salvo del agua. Yo dispongo de una de este tipo, que me fue genial en el último viaje a Filipinas:
Haz fotografías de tu equipaje
Antes de facturar equipaje, te recomiendo que le tomes unas fotografías con el móvil.
En caso de perderlo te será más fácil enseñar una imagen que describirlo, sobre todo en idiomas que no dominas.
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