En las noches turolenses las estrellas nos vigilan desde uno de los cielos más bellos del país, nos cuentan leyendas y se imprimen en las paredes de sus monumentos, adoptando la forma de estilizadas estrellas mudéjares.
La trascendencia de un lugar en la historia no lo define su tamaño o el poderío de sus habitantes, resulta algo mucho más azaroso.
En ocasiones, se alinean los astros provocando un estallido aleatorio, una chispa que desata una tragedia o una elección que alumbra un minuto de gloria; ambas opciones suponen apenas un parpadeo en las madejas insondables del tiempo y ambas… han dejado sus huellas en Teruel.
¿Por qué Teruel es imprescindible?
Conozcamos antes algunas de las dificultades a las que se enfrentan esta ciudad: primero la despoblación. Estamos en la capital menos poblada de España, capital de la provincia con la densidad de población también más baja de todo el país. El segundo es que se trata de una ciudad a la que no es fácil llegar, las comunicaciones no son su punto fuerte. No te va a pillar de paso venir hasta aquí, tendrás que venir a propósito, pero creo que, si lo haces, no te vas a arrepentir.
Esta ciudad está llena de joyas. La principal: el legado mudéjar que encontrarás aquí, Patrimonio de la Humanidad UNESCO y que vamos a conocer más adelante. Disfrutarás de rincones modernistas de gran valor.
Estamos en el lugar con más huellas de la historia de toda Europa: el parque paleontológico más grande de Europa.
Famosa además por su jamón, por su torico, sus fiestas y por la historia de amor más conocida de España: la historia de Los Amantes de Teruel.
Si además viajas en invierno, recuerda que viajas a una de las zonas más frías de todo el país, lo que llaman «el triángulo de hielo». Muy cerquita de Teruel se han registrado, las temperaturas más bajas que se han medido nunca en una ciudad poblada en España:
¡-30 grados bajo cero (-30ºC)!
Vamos a conocer porque se trata de una ciudad de 5 estrellas.
La Estrella Mudéjar y su legado arquitectónico
Si hay algo por lo que la ciudad es conocida fuera de sus fronteras es por su bellísimo patrimonio mudéjar, que forma parte de los bienes protegidos como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Mudéjares eran aquellos pobladores musulmanes que tras la conquista cristiana seguían viviendo en las tierras conquistadas y que, en muchas zonas, representaban el grueso de los gremios de agricultores y constructores. Durante un tiempo se les permitió organizarse y mantener sus cultos, es en esa época cuando sus técnicas constructivas se fusionan con otros modelos occidentales como el románico y el gótico dando lugar a este estilo único conocido como Mudéjar que solo se encuentra en la península.
De las muchas grandes construcciones mudéjares que tuvo la ciudad solo han llegado a nuestros días cuatro (los bombardeos de la Guerra Civil tuvieron mucho que ver).
Las torres más antiguas y sobrias nos acompañan desde el siglo XIII: las Torres de San Pedro y de la Catedral.
Vamos a conocerlas.
La torre y la Iglesia de San Pedro
El conjunto forma parte del museo dedicado a Los Amantes de Teruel, de los que hablaremos más adelante. Y cuenta con entrada y acceso conjunto. Desde el mausoleo se accede a la iglesia, al claustro y al jardín donde se ubicaba la necrópolis medieval. Puedes optar por ampliar la entrada y visitar la torre y al ándito superior.

Para mí la visita a este templo es un imprescindible, construido como una iglesia fortaleza, está bellamente decorado con una gran riqueza de elementos góticos en su interior. Personalmente, me encanta su colorido y esa hermosa bóveda celeste llena de “estrellas”.
También destaca el impresionante altar renacentista de madera tallada.
Información para su visita AQUÍ.
Catedral de Santa María de Mediavilla

Desde el exterior puedes apreciar su torre mudéjar y su cimborrio (construido posteriormente, pero manteniendo la estética), te animo a que no te quedes ahí y accedas al interior. Admírate al contemplar el exquisito cielo mudéjar sobre tu cabeza.
Probablemente se trata de la techumbre mudéjar más bella que puedes encontrar. Artísticamente decorada, con un colorido bellísimo, es importante mencionar que no se trata de un artesonado que recubre el techo, sino que es un elemento estructural, una auténtica techumbre.
Como curiosidad: se desconocía su existencia hasta que quedó expuesta tras un bombardeo de la Guerra Civil que afectó a una parte.
Lo más excepcional, además de su antigüedad y su belleza, es que nos ofrece un documento único, descriptivo a todo color, de costumbres, profesiones y vestuario de la época. Estamos ante la llamada “Capilla Sixtina mudéjar”.
Información para visitar la Catedral AQUÍ.
Sugerencia: te recomiendo que llames por teléfono si quieres realizar la visita guiada (978 618016), en ocasiones hacen cambios o añaden horarios que no aparecen en la web. Si no accedes con la visita guiada no podrás subir a los balcones superiores que permiten disfrutar la techumbre de cerca.
Nota: Junto a la catedral se puede visitar, en el antiguo Palacio Arzobispal del siglo XVI reconstruido tras la Guerra Civil, el Museo de Arte Sacro de Teruel (MAS) y una reconstrucción de la vivienda del obispo, con mobiliario como pudo ser antes de los bombardeos. Aunque reconozco que no soy muy amiga de los museos sacros, en este caso se trata de una visita que sorprende por la calidad y belleza de las piezas.
Torres de San Martín y la del Salvador
Del siglo XIV nos han llegado las torres de San Martín y la del Salvador, con una ornamentación más elaborada que sus predecesoras, aunque en la ciudad hubo bastantes más. Todas ellas tenían como función principal la de campanario y, puntualmente, como atalaya de vigilancia y/o reloj.
Torres que dejan orgullosa constancia del prestigio de las iglesias o conventos a los que acompañaban y que se diferencian de otras torres mudéjares por el hecho de disponer de un arco de paso abierto en su base.
Ambas torres están construídas siguiendo el modelo de los alminares almohades, como dos torres concéntricas y entre ellas la rampa o escalera de subida al campanario,


- La Torre de San Martín tiene la peculiaridad de estar ligeramente inclinada.
- La Torre del Salvador, la más moderna y ornamentada . Esta torre se puede visitar, y en su interior se encuentra el centro de interpretación de la arquitectura mudéjar turolense y unas magníficas vistas desde lo alto de su campanario. Merece la pena subir esos escalones. Más info AQUÍ.
LEYENDA:
Alrededor de estas dos torres cuenta una leyenda popular que Abdalá y Omar dos alarifes musulmanes competían por el amor de una bella joven llamada Zoraida. Aprovechando esta rivalidad y sabiendo que los cristianos querían construir dos nuevas torres en la ciudad, el padre de la joven ofreció la mano de su hija al arquitecto que construyera la más bella y perfecta de las torres en menos tiempo. Omar terminó su torre primero, pero por desgracia esta quedó levemente inclinada. Ante tal desgracia el joven desolado subió a lo alto de la torre y se arrojó desde ella. Zoraida se casó pues con el arquitecto de la torre del Salvador.
¿Por qué esta manía de morir por amor de las leyendas?
El segundo gran momento arquitectónico: El Modernismo
A principio del siglo XX, se desplaza a Teruel el arquitecto catalán Pablo Monguió como arquitecto municipal, llevando con él el elegante estilo modernista que aplicará en varias obras muy conocidas de la capital. Encontrarás su firma en varias viviendas en la zona de la Plaza del Torico: la Madrileña, la Casa Ferrán y la Casa de «El Torico». En sus trabajos en la ciudad empleó la fusión del modernismo con el mudéjar natural, en el estilo llamado neomudéjar.

Encontramos neomudéjar por toda la ciudad: en la portada de la catedral, en edificios públicos y teatros y también en la escalinata de la estación.
Esta grandiosa escalinata, construida en los años veinte, salva el desnivel entre la estación de trenes y el centro histórico, además de comportarse como una imponente tarjeta de presentación de la ciudad a los visitantes que llegan por vía ferroviaria.

Una historia trágica de amor del siglo XIII: Los Amantes de Teruel
Casi cualquiera al escuchar Teruel lo asociará a la historia de Los amantes. Si no la conoces, y visitas la ciudad encontrarás que los amantes y el beso están por todas partes, en nombre de restaurantes, dulces, negocios…
¿De dónde viene esta historia?
La leyenda cuenta que en el siglo XIII en la ciudad dos jóvenes se enamoran; Isabel de Segura y Juan Diego de Marcilla, ella heredera de rica familia y él no tan bien posicionado. El padre de la joven, no queriendo oponerse frontalmente le marca al muchacho un reto: si en 5 años ha sido capaz de hacer fortuna, permitirá el matrimonio.
Diego parte de la ciudad a cumplir con las condiciones impuestas (en plena época de reconquista). Transcurre el tiempo y se acerca el día del vencimiento de la condición.
El padre de Isabel acuerda el matrimonio de su hija con el poderoso señor de Albarracín, un pretendiente de alta posición, que se celebrará el mismo día que vence el plazo. Las bodas tienen lugar y toda la ciudad se engalana para tan ilustre acontecimiento, ese mismo día Diego apurado cruza las puertas de la ciudad, mientras repican las campanas anunciando el casamiento.
Desolado, el joven se presenta esa noche ante Isabel, sabiendo que ella ya está casada le pide un último beso de amor. Pero Isabel fiel a sus votos de mujer honrada ya casada, le niega el beso. En ese momento Diego cae muerto.
Al día siguiente mientras se vela el cuerpo del joven Diego, una desolada Isabel se acerca al cadáver para despedirse de su amado, concediéndole ese último beso que le negó en vida. Cuando sus labios se tocan es ella la que cae muerta.
Esta historia quedaría en una leyenda más si no fuera porque en el año 1555 aparecen los cuerpos momificados de dos jóvenes en una sepultura en la Iglesia de San Pedro. La causa de su muerte no se puede identificar. Además de los cuerpos un documento de un juez del s XIII (Domingo de Celada) en el que narra la historia de D Juan Diego de Marcilla e Isabel de Segura.
Las momias de los supuesto Isabel y Diego van a comenzar en ese punto un particular periplo: se exhiben al público, en ocasiones de manera grotesca.
Durante la Guerra Civil, la ciudad es duramente bombardeada y las momias se protegen escondiéndolas en una cueva bajo el convento de Santa Teresa.
En la actualidad los cuerpos se conservan en el mausoleo de los amantes, construido en 1956. Las esculturas de alabastro y bronce son obra de Juan de Ávalos uno de los reconocidos escultores del régimen franquista.

Las manos se extienden hasta casi tocarse, pero sin llegar a ello.
*(esto me recuerda mucho a la película de Lady Halcón)
Sobre esta historia se han escritos más de 200 obras, algunas firmadas por plumas tan reconocidas como Tirso de Molina, Lope de Vega o Cervantes. Operas, balets, …
La han cantado voces como Edith Piaf, los Beattles, Dulce Pontes.
Películas como la película del francés Raymond Rouleau, Les Amants de Teruel, En 1912, Ricardo Baños realiza para la Hispano Films Los Amantes de Teruel, el británico realizador Michael Powell rueda Luna de miel (Honey moon)

Lo más maravilloso de esta historia es cómo la ciudad de Teruel la ha transformado en una gran fiesta, popular, donde casi todos participan. Desde 1997 (que en 2016 pasó a ser Fiesta de Interés Turístico Nacional) se organiza una gran recreación histórica del siglo XIII. Veréis fuegos, templarios, monjes, damas y caballeros de todas las clases sociales, artesanos y música Una fiesta abierta a la que cualquiera puede sumarse y que podéis compartir a mediados de febrero. Pero eso sí, abrígate.
La prehistoria y las huellas y vestigios del pasado
Alrededor de Teruel nos rodean las huellas de 4.500 millones de años. En la serranía que nos rodea, aparecen con facilidad fósiles que nos recuerdan que este terreno estuvo bajo el mar, huellas y fósiles de dinosaurios. Cerca de la ciudad Dinopolis ofrece un parque didáctico que disfrutarán los más jóvenes y un importantísimo Museo Paleontológico que podrán disfrutar los mayores y que recoge unos 1.500 fósiles en exposición.
Muy cerca de aquí, la provincia cuenta con unos 70 abrigos de piedra al aire libre decorados con pinturas rupestres y que conforman el llamado Arco Rupestre Levantino, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La zona también cuenta con importante presencia íbera y celtíbera. A pocos kilómetros de Teruel el asentamiento celtíbero de Alto Chacón permanece vigilante desde su atalaya.
Mucho más próximos en el tiempo, en la zona hay numerosos vestigios de la Guerra Civil: trincheras e incluso nidos de ametralladoras que nos recuerdan uno de los frentes más duros de la contienda.

En uno de los inviernos más frios y desoladores que se recuerdan, alcanzando los 30 grados bajo cero; entre el 15 de diciembre y el 22 de fenrero de 1938 se desarrollo la Batalla de Teruel o Las Batallas por Teruel. Tres meses de durísima lucha y bombardeos enlo que se conoce como «el Stalingrado español«. Se estima que perdieron las vida más de 97.000 personas y el patrimonio de la ciudad sufrió pérdidas irreparables. Puedes leer más sobre estos lugares y su ubicación AQUÍ.
Las fiestas en Teruel
Para hablar de fiestas populares nos tenemos que dirigir a la plaza del torico.

Las fiestas turolenses por excelencia son las Vaquillas del Ángel. Una fiesta muy muy popular y un poco gorrina. Por la plaza correrán las vaquillas, los mozos y sobre todo mucho vino. La tradición manda vestir de blanco impoluto y terminar el día empapado de vino hasta la ropa interior (por suerte esta fiesta se celebra en julio).
En los últimos años se ha asentado una nueva fiesta en la ciudad la llamada de Los Amantes o Los Medievales. Cada año atrae a más visitantes, toda la ciudad se transforma en una enorme recreación del siglo XIII, la época de su famosa leyenda de los amantes de Teruel. A mitad de febrero podéis venir a participar en Las bodas de Isabel de Segura, que pese a terminar en tragedia os permitirán pasar un muy buen rato y llevaros algún homenaje gastronómico.
Anímate a caracterizarte de la época, no estarás solo, te cruzarás con templarios, mesoneros, frailes y un largo etcétera.
Coincidiendo con el tercer sábado de noviembre, Teruel celebra una atractiva fiesta vinculada a la época modernista que vivió la ciudad (Semana Modernista) que también incorpora recreación histórica.

Pero hay muchas opciones más: toros ensogados, Semana Santa, Todos los Santos… elige.
La gastronomía
Acompañadme a tomar un vermut en la misma plaza, en Pura Cepa.
Teniendo al jamón de Teruel como maestro de ceremonias, el sabroso Ternasco de Aragón, las setas y las trufas, en temporada.
Encontraras el cerdo cocinado en diversas maneras, me gustan especialmente las manitas, la oreja o los torreznos.

Algunas de mis rincones favoritos para comer.
Para cenar de tapas: La barrica (abadía 5), Los Marqueses de Valsabar (Pl. Fray Anselmo Polanco, 4).
Para comer bien: Rest. La torre (C. el Salvador, 20 Bis), El cocedero (Av. de Sagunto, 51)
Para comer muy bien: Rest. Método (C. Francisco Piquer, 6), Yaín (Pl. de la Judería, 9)
Y no te olvides de probar la trenza mudéjar, por ejemplo en una de las Pastelerías Muñoz.
Otras visitas: paseando por Teruel y sus alrededores
Si vienes en coche, podrás aparcar en la zona de la estación de trenes y junto a la de autobuses, también hay un par de aparcamientos de pago en la misma estación de trenes y junto a la plaza de la glorieta, aunque tienen precios económicos. Deja el coche y pasea por la ciudad.
Podrás realizar otras visitas interesantes:
- El Museo Provincial de Teruel.
- El aljibe medieval.
- La muralla medieval y museo.
- El acueducto de los arcos.
- Viaducto de Fernando Hué o viaducto viejo.
En los alrededores
- El cañón rojo parece un escenario sacado del farwest.
- Camino Natural del Guadalaviar: Un agradable paseo siguiendo el cauce del Guadalaviar en el que puedes remontarte hasta el Embalse del Arquillo.
Si quieres aprender algo más sobre las construcciones mudéjares de Teruel, este vídeo me ha resultado muy interesante:
Enlaces de interés
https://turismocomarcateruel.com/
https://www.turismodearagon.com/
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