Periodo antiguo
En los alrededores de Albarracín se alojó el hombre desde tiempos neolíticos, los cazadores recolectores en la zona se resguardaban en los abrigos naturales de roca que aún se pueden encontrar con facilidad en la comarca. En muchos de ellos dejaron huella de su paso en forma de pinturas rupestres que puedes visitar con facilidad si te acercas hasta el paraje de los Pinares de Rodeno, un paisaje espectacular de pinada y abruptas paredes de arenisca roja que hoy hacen la delicia de fotógrafos y escaladores. Los senderos que recorren las cuevas están señalizados y puedes localizarlas sin demasiado esfuerzo.
Más tarde serían probablemente los celtíberos lobetanos los que ocuparían la zona. Esto explicaría porque los romanos cuando se hicieron con el control del lugar lo llamaron Lobetum.
Periodo romano
De las huellas de los pobladores romanos en el lugar hay una que sobresale. Y es que, por alguna razón, decidieron construir un enorme acueducto para llevar el agua desde Gea de Albarracín hasta otra pequeña población romana en la época Cella. Desarrollando una gigantesca obra de ingeniería que quizás sea uno de los transvases entre cuencas más antiguos del mundo.
Un trazado espectacular de 25 km de recorrido con túneles perforados en la roca y pozos de hasta 60 m de profundidad. Un despliegue brutal de medios de los aun puedes visitar algunos tramos.
Quizás los más interesantes sean los tramos III y IV: el de Azud de Gea de Albarracín que se interna en los túneles (llévate una linterna por si acaso) y la ruta del Barranco de los Burros.
A estas tierras debió llegar el cristianismo en la época de los visigodos. La ciudad pasa a llamarse Santa María de Oriente.
Periodo islámico
Durante el siglo VIII los musulmanes extienden su control rápidamente por toda la península. Árabes y bereberes se reparten las plazas ganadas a los visigodos; en este reparto es habitual los árabes se quedaban con los asentamientos más prósperos, mientras que los lugares más complicados de conquistar y controlar solían quedar en manos bereberes. Así ocurrió en Albarracín, los bereberes que tomaron la ciudad pertenecían a la familia de los Banu Razin (de la tribu Hawwara), se cree que los musulmanes mantienen el nombre de la ciudad, Santamariyya al Sharqui, y probablemente a la mayor parte de la población. De este periodo es el crecimiento del enclave como ciudad fortificada, la construcción de sus torres y primeras murallas.
Albarracín o Santamariyya tiene una ubicación ideal para defenderla, cuenta con una pequeña vega que garantiza agua y alimentos y que la convierten en un punto autosuficiente en caso de asedio, lo que facilitará su autonomía durante gran parte de los siglos siguientes.
Llegadas las disputas internas y la división en el califato de Córdoba, en medio de las presiones y los juegos de poder, que se entretejen en todo Al-Andalus, el joven señor de Albarracín Abu Muhammad Hudail ben Jalaf ben Lubb ben Razin, (con solo 20 años) rompe su obediencia a Córdoba y se declara soberano independiente. Aislado en su pequeño reino de taifa se dedica a emular las sofisticadas cortes del califato. Se rodea de los mejores músicos y poetas que puede conseguir. Incluso narra una crónica (Ibn Hayyan) que pagó 3.000 dinares de oro por hacerse con la mujer más famosa de su época: una beldad educada en la escuela del músico cordobés Ibn al Qattani, con una voz, educación y sabiduría prodigiosos; que era además eminente en el arte de la lucha y del combate con el escudo y en el juego de lanzas, espadas y puñales afilados.
Junto a ella se compró a un buen número de elegantes instrumentos y esclavas dotadas para la música y la lucha (algunas fuestes piensan que quizás se refieren a coreografías y danzas con armas, el tayrid) y se dice que llegó a disponer del más talentoso grupo músico-vocal de sus tiempos.
Mucha sofisticación para un hombre del que además se dijo que había asesinado a su propia madre por sospechar de ella una posible traición.
A Hudhayl le sigue su hijo Abd-al-malik un rey al que en algunos textos se tacha de ser mucho menos refinado, incluso de débil, perverso y mentiroso. Fuesen las que fuesen sus cualidades reales, consiguió mantener el reino independiente pese a las fuertes presiones, ataques y asedios de los reinos cristianos y musulmanes circundantes. Pactó y traicionó a casi todos a Alfonso VI, al Cid y al rey de Zaragoza según sus intereses. Cambió de bando y pagó o no tributos según le pareció oportuno. Finalmente, no vio como su reino sucumbía ante la presión de los almorávides que incorporaron el territorio solo un año después de su muerte en 1103, pasando a formar parte del reino de Valencia.
Periodo de señorío de los Azagra
En 1170 sabemos que Mohamed Ben Mardanis, el rey Lobo de Murcia, señor de todo el levante cederá el señorío a Pedro Ruiz de Azagra un cristiano de origen navarro, señor de Estella, probablemente como pago por su apoyo en las luchas contra los almohades.
Albarracín es en ese momento un señorío independiente, ubicado entre Aragón y Castilla. De esta época es el mayor crecimiento de la ciudad, con sus casas del color ocre del rodeno de la zona, y sus remates de madera de pino oscuro de la serranía. También la primera Catedral.
Los Azagra tendrán que echar mano de todos sus recursos defensivos para resistir los intentos de conquista de los aragoneses, Jaime I fracasará en su intento en 1220 (hay que decir que el muchacho tenía 13 años en ese momento).
El señor de Albarracín fue parte activa de la conquista de Valencia (21 de abril de 1238), para lo que contaba con el apoyo del último rey almohade de Valencia Zeit Abuzeit, que se refugió en Albarracín, se convirtió al cristianismo y pasó a ser su asesor durante la conquista de la ciudad. Esta época fue la de máxima extensión territorial del señorío.
Finalmente será Pedro III de Aragón quien la conquista en 1285, tras varios meses de asedio y aprovechando que el señor de la villa Juan Núñez de Lara no estaba en la ciudad, una vez tomada se la cedería a su hijo ilegítimo Fernando, pasando a formar parte de la Corona de Aragón en 1300.
Al encontrarse en zona fronteriza, los sucesivos reyes aragoneses se encargarán de mantener las defensas de la ciudad en activo.
Historia reciente
En el siglo XVI, sin amenazas acuciante la población se expande extramuros hacia el llano del arrabal.
En siglos más recientes la guerra de la Independencia, las carlistas y posteriormente la Guerra Civil provocaron destrucción de edificios y daños importantes en los barrios exteriores.
En el museo de Albarracín, ubicado en un antiguo hospital podrás aprender algo más de la intrincada historia del lugar.
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