¿CÓMO es ALBANIA?
1. Tamaño y población de Albania.
El país solo tiene 28.748 km2, eso lo colocaría en una superficie algo mayor que la Comunidad Valenciana y algo menor que Galicia. Pese a ello, la complicada orografía y el poco desarrollo de las vías de comunicación (cantidad y calidad), complican los desplazamientos por el país.
Cuenta 2.793.592 habitantes residentes en el territorio (datos del INSTAT a 1 de enero de 2022). La población nacional emigrada es numerosa, estimándose que puede llegar a doblar la población nacional residente. Con importantes comunidades albanesas en zonas limítrofes: casi 2 millones en el territorio de Kosovo; más de 300 mil en Macedonia del Norte; y otras poblaciones en Montenegro y Serbia (Valle del Presevo). Esto coloca al país como uno de los que tiene la tasa de emigración más alta del mundo, es la llamada “diáspora albanesa”.
2. Modelo político de Albania.
República parlamentaria. República de Albania (Republika e Shqipërisë).
3. Albania y la Unión Europea.
Albania solicitó su adhesión a la UE en abril de 2009 y obtuvo el estatuto de país candidato a la UE en junio de 2014. La UE celebró su primera conferencia intergubernamental con Albania en julio de 2022. (Datos del Consejo Europeo de la Unión Europea: https://www.consilium.europa.eu/es/policies/enlargement/albania/
Hay aún muchos puntos que deben completarse antes de que se autorice el ingreso: infraestructuras, corrupción, discriminaciones de género y orientación sexual, lucha contra el crimen organizado, reformas de las administraciones y del poder judicial, reformas agrarias, libertad de expresión, … la lista parece no tener fin. Mientras tanto, las banderas de las doce estrellas que con optimismo ondean en la capital se decoloran en los mástiles, a la espera.
4. Seguridad en Albania.
Albania no supone un riesgo para el viajero, es difícil que te sientas amenazado. No se están dando dificultades entre los viajeros, pese a que el país tiene problemas importantes de corrupción interna. Sigue las recomendaciones habituales y el sentido común y no pierdas de vista tus objetos de valor.
La mayor amenaza la vivirás en las carreteras albanesas, no tanto por el estado de estas, que no es bueno, pero es aceptable; sino por la forma tan temeraria de conducir.
Si decides echarte a la carretera, vigila la conducción y contrata un buen seguro.
5. Dinero y tarjetas en Albania.
Albania tiene su propia moneda el lek (ALL), chequea el cambio actualizado.
Una regla aproximada es estimar 100 lek= 1 € (en realidad son 0,95€ más o menos).
En algunos lugares te ofrecerán la posibilidad de pagar en euros, pero casi siempre haciendo el cambio 100 lek=1€ con el que te saldrá más caro. Te recomiendo usar la moneda local siempre que puedas.
No es difícil localizar bancos u oficinas de cambio de moneda por las diferentes ciudades (excepto en Theth), donde podrás cambiar moneda a un ratio de cambio que debe estar publicado. Comprueba en internet cuál es el cambio oficial del día, antes de decirte. Fíjate siempre porque tendrás dos columnas, la de a qué precio compran los euros (BUY) es la que te interesa. También verifica que no cobren comisión.
Las tarjetas de crédito las podrás usar en las ciudades grandes en muchos hoteles y restaurantes, pero no en todos. Algunos solo aceptan efectivo. En otros sitios te ofrecerán la opción de pagar con tarjeta siempre que tú aceptes un incremento en la factura (en mi caso me pidieron un 7% adicional a la cuenta).
Te pedirán también una tarjeta para cargar un depósito en el alquiler de coche (ojo las American Express no siempre las aceptan), cualquier VISA servirá.
Yo suelo usar para los viajes una tarjeta que funciona por recarga y que tiene las comisiones mínimas si necesitas sacar dinero en cajero. Si quieres chequearlo, las más conocidas son las de las compañías N26 y Revolut.
En Albania no se piden ni esperan propinas. Queda a tu discreción si quieres dejar alguna.
6. El paisaje albanés (montañas, ríos, excedente hidrográfico, costa).
Albania es un país bastante montañoso, la mayoría del territorio se encuentra a más de 1.000 metros de altitud y solo encontrarás terrenos más bajos en el litoral y algunos valles bastante encajonados.
Es, así mismo, un país con un gran excedente hídrico, con muchos ríos, sobre todo de tipo torrencial. En verano verás grandes cuencas casi secas, pero cuando vienen las lluvias crecen extraordinariamente.
Cuenta con unos 450 km de costa, parte de ella con difícil acceso por tierra, lo que hace que las calas y playas con acceso estén muy demandadas y la mayoría sufran explotación privada.
7. El idioma de Albania.
El albanés es un idioma muy diferente de otros. Se cree que separó su evolución de las lenguas indoeuropeas hace unos 4.000 años y ha seguido una evolución propia. Es la única rama viva que se compone de un único idioma.
Internamente se diferencia en dos grandes dialectos, el tosk (tosco) es el oficial que se impuso durante el régimen comunista, y se habla principalmente al sur del Río Shkumbin; y el gheg que se habla al norte y en Kosovo.
Afortunadamente para nosotros los viajeros, desde mediados del siglo pasado la grafía utiliza el alfabeto latino. Lo que nos facilita mucho la comunicación.
Aprende la palabra más importante de albanés:
Gracias —–> Faleminderit
Cunado la pronuncies acentúala llevándote la mano al corazón, es la forma albanesa de mostrar gratitud.
Por suerte, el inglés se habla bastante en las ciudades y en los establecimientos turísticos. Además, mucha población habla y entiende algo de italiano, ya que han tenido acceso a las emisiones de canales de TV italianos que se captaban en Albania. Con eso, un poquito de paciencia y de sentido del humor podrás hacerte entender entre el inglés y el español (por similitud al italiano).
8. El nombre del país.
Como ya he comentado los propios albaneses no se refieren a su país como Albania sino como Shqipëri o Shqipëria. Los albaneses se llaman así mismos Shqiptare cuyo significado original no tiene consenso, para unos viene de “claro” y significaría “gente que hablan claro”.
En el resto del mundo usamos Albania como una derivación que tiene sus orígenes en la denominación de una importante tribu ilírica, los Albanoi, los habitantes prehelénicos, mencionados por Ptolomeo en su Geografía (siglo II d. C.). Este antiguo nombre se mantuvo en el latín como albanenses.
Nota: en muchos blogs y páginas turistas he leído que el significado proviene de la palabra águila y vendría a ser algo así como “la tierra de las águilas”. Esta explicación va mucho con la representación de la bandera y el espíritu nacional, pero me da que es más folclórica que lingüística. Al menos yo no he encontrado ninguna fuente que me resulte fidedigna que recoja esa posible acepción.
9. El futuro de Albania ¿la luna y la estrella o las doce estrellas?
Es imposible aventurar en qué dirección evolucionará el país, lo que sí puedes estar seguro de que está viviendo un momento de tránsito y que no se repetirá. Poder observarlo con tus propios ojos es un privilegio. ¿Islamización o europeización?
La transición de un modelo de dictadura y ostracismo a una democracia abierta y tolerante es un proceso que requiere trabajo y energía. En un país, donde sus jóvenes abandonan masivamente el territorio en busca de oportunidades, con las mayores tasas de pobreza de Europa, se enfrentan a grandes dificultades para encauzar lo que tienen.
El estado que presumió de tener el socialismo perfecto abrazó, de un día para otro, las miserias del imperialismo, antes de comprender siquiera sus reglas: estafas, tráfico de drogas, mafias, prostitución y corrupción, que campan a sus anchas.
Con un enfoque social hacia la imagen a los demás. Los albaneses eligen comprarse un Mercedes, para no ser menos, antes que reparar las goteras de su casa. Pese a que la casa desgraciadamente tiene grietas, que saltan a la vista.
Mis ojos acomodados ven una sociedad inocente y a la vez caprichosa e inmadura. Veo una Albania que quiere correr sin mirar muy bien el terreno donde pisa, pero que está inundada de grietas y socavones. Veo albaneses que miran hacia otro lado mientras extienden la mano a las potencias sunís que invierten sus petrodólares. Veo un país que presume de laicismo y tolerancia religiosa, pero que está adquiriendo deudas, que deberán ser saldadas. Las nuevas mezquitas, son cada vez más grandes y altas. Los minaretes se elevan al cielo de un blanco inmaculado que desluce las ajadas fachadas comunistas. Me pregunto si pronto negarán el derecho a que otras confesiones florezcan bajo su estilizada sombra. Deseo que no sea así. Que sigan siendo los abanderados de la convivencia religiosa. Mientras, las banderas de las 12 estrellas se decoloran en los mástiles de Tirana.
¿QUÉ necesitas saber ANTES de viajar a ALBANIA?
1. Requisitos para viajar a Albania.
En estos momentos no hay ningún requisito sanitario ni documental para entrar al país, sólo se requiere pasaporte con validez suficiente.
2. Religión y ateísmo en Albania.
Albania tiene el extraño honor de ser la primera nación del mundo en declararse atea (1967). Lo hizo en un contexto no ideal, durante la dictadura comunista, sometiendo a persecución y terror cualquier manifestación religiosa en el país.
La libertad religiosa volvió a Albania en 1989. Según los datos oficiales: las religiones predominantes son suní, bektashi, ortodoxa y católica.
Albania suprimió en 1923 tanto la poligamia como el uso obligatorio del hiyab por no reflejar los valores del islam en el país.
Datos recientes del INSTAT indican que en torno a un 56,7% de la población es musulmana, un 10,03% católica y un 6,75% ortodoxa, pero debe señalarse que una reciente encuesta de Gallup indica que el 60% de los albaneses no otorgan ninguna relevancia a la religión, herencia probable del período comunista.
Las cuatro décadas de prohibición religiosa han generado multitud de familias multireligiosas con matrimonios mixtos de diferentes confesiones. También es de los pocos países del mundo donde los cementerios son mixtos; precisamente por esa prohibición comunista.
3. Conducir en Albania.
Adelante. Te va a sorprender la forma de conducir en el país. Mantén la atención, siempre preparado para cualquier cosa.
A nivel de documentación, necesitarás disponer del permiso de conducción internacional. En España se solicita a la DGT, tiene validez por un año y un coste de 10,51€. Puedes solicitarlo por vía electrónica, pero tendrás que pasar físicamente con una fotografía de carnet para que te realicen la expedición.
https://sede.dgt.gob.es/es/permisos-de-conducir/permiso-internacional/
4. Manejar las expectativas sobre Albania.
Albania es un país que se está abriendo cada vez más a los visitantes y al turismo, intentan atraer viajeros imitando modelos de otros destinos costeros del Mediterráneo: playas paradisiacas, fiesta, gastronomía, … a bajo coste.
Esto está dando lugar a que algunos viajeros, insuficientemente informados, se lleven a engaño y se sientan frustrados.
Disfruta de todos los atractivos que ofrece el país tanto naturales como culturales e históricos. Albania es especial, no necesita imitar a otros destinos, sino encontrar su propio discurso.
5. Llegar a Albania.
La forma más común de llegar a Albania desde España es a través del aeropuerto internacional de Tirana. Hay algunas opciones de vuelos directos desde Barcelona y Madrid con Wizzair, pero la mayoría serán opciones con escalas. Revisa las opciones con Air Serbia, Swiss, Eurowings o Lufthansa.
Puedes valorar el volar a Corfú, desde allí un ferry te dejará en Albania en menos de 30 minutos (está muy próxima).
También podrías volar a Dubrovnik y desde allí cruzar Montenegro y acceder por tierra, serán unas 4 horas de coche y tendrás que cruzar 2 pasos fronterizos. También tendrás que asumir los costes de un alquiler de vehículo con autorización a cruzar las fronteras.
6. Internet y enchufes en Albania.
Ningún problema con los enchufes, siguen el estándar continental, como en España.
Internet es otro cantar. Las compañías de móviles españolas no tienen en la actualidad buenos acuerdos de roaming con Albania. Te sugiero desconectar la itinerancia de datos de tu terminal antes de llegar al país e informarte de las tarifas de llamadas realizadas y recibidas, ¡no des nada por supuesto!
Mi consejo es que adquieras una SIM prepago de una de las compañías locales: One o Vodafone. Nada más salir de la zona de equipajes del aeropuerto tienes tienda de ambas, puedes elegir la oferta que más te convenga los llaman Tourist Packs. Yo opté por Vodafone, una SIM con el Tourist Giga Pack: 100 GB para tres semanas, por 2.900 lekes (unos 27 €). Funcionó de cine.
La otra opción es que contrates una eSIM con contrato internacional, puedes revisar opciones como Holafly, dependerá de tu uso, para mi esta opción resultaba bastante más cara.
7. Comida y bebida en Albania.
Llegamos a una de mis partes favoritas de los viajes…disfrutar de la gastronomía de otros lugares.
¿Qué caracteriza a la cocina albanesa? primero que está bastante emparejada con sus vecinos mediterráneos. Mucha correlación con platos italianos y griegos, con algún toque añadido de Turquía.
Es una cocina de producto, sin grandes refinamientos.
Encontramos diferentes formas de empanadas rellenas de carne y/o verduras, como los populares bureks. Una forma económica y calórica de matar el hambre.
Carne al horno, guisada o en forma de brochetas al carbón, también picada en forma entre albóndiga y hamburguesa, en especial la de cordero o cabrito.
Ensaladas con presencia de tomate, pepino y pimiento rojo y verde, aceitunas, queso tipo feta y aceite de oliva.
Los productos lácteos son omnipresentes en salsas con yogurt, quesos de todo tipo, sobre todo frescos y tiernos con bastante uso de la leche de oveja. También como bebidas de acompañamiento (kos o deles).
Verduras en ensaladas, asadas y también rellenas de queso, en especial berenjenas y pimientos.
Los pescados no son tan frecuentes en las cartas de los restaurantes. Se encuentran con más frecuencia en las zonas costeras donde cocinan los pescados habituales del Mediterráneo. Muy famosos los mejillones en la costa sur. Y muy ricos lo que llaman los “crudos” que suelen ser diferentes pescados en crudo marinados con mezcla de aceite, vinagre y/o especias. Deliciosos.
Postres que varían por zonas, están los tipo baklava, los postres dulces hechos con arroz (kabuni, qifqi) y las mermeladas de higos, por ejemplo.
Albania tiene una gran tradición de tomar café, toman mucho café y lo hacen a todas horas, café turco muy bien preparado o café expreso. Buen café en todas partes. También te ofrecen una infusión que llaman té de monte, muy rica si el día acompaña.
Aunque me gusta mucho el vino no he encontrado ninguno reseñable. Lo normal en los restaurantes es que solo tengan un vino de la casa, normalmente de tetrabrick. Sin comentarios. Sí que hay bastantes marcas de cervezas locales muy al gusto de las cervezas españolas.
Por último, prueba el raki, el aguardiente tradicional que se toma en chupitos. Intenso, intenso.
Aunque la costumbre se está perdiendo, es posible que alguna persona mayor te ofrezca un caramelo como cortesía, son famosos los Karamele Zana.
Podrás encontrar muchos restaurantes de cocina italiana, griega o comida rápida internacional, si es lo que buscas. Curiosamente, no se veían restaurantes asiáticos.
¿CUÁNTO CUESTA viajar a ALBANIA?
1. Mis costes para viajar a Albania.
Esto es lo que me he gastado yo de coste total en un viaje de 18 días a Albania entre finales de agosto y septiembre del 2023, compartiendo gastos con mi pareja.
Contándolo TODO absolutamente: vuelos, seguros, vehículo, gasolina, alojamiento, comidas, entradas…
2.920 €
Lo que supone una media de 162€ x día.
2. Cuánto cuesta alquilar un coche en Albania.
Si alguien te cuenta que es barato alquilar coche en Albania, que te diga cómo y dónde.
Después de comparar precios en muchas compañías la mejor opción calidad-precio que encontré fue a través de la empresa Álamo. Elegimos un coche de tipo compacto, con dos conductores, km ilimitados y seguro a todo riesgo (porque ya te he dicho cómo se conduce en Albania). Pese a reservarlo con casi tres meses de anticipación; el coste del alquiler para todo el periodo fueron 1.408 €, por lo que sale a una media de algo más de 78€xdía.
Proporcionalmente es sin duda la parte más cara del viaje.
Solo necesitas el carnet de conducir (+permiso internacional) y una tarjeta de crédito para la garantía, que luego te devuelven.
Las oficinas de las distintas compañías de alquiler se encuentran alineadas justo a la salida de la terminal del aeropuerto.
A diferencia de lo que ocurre en España, las flotas de alquiler no son especialmente nuevas. Nuestro vehículo tenía bastante kilometraje, aunque no dio ningún problema.
Tu vehículo destacará entre tanto coche de gama alta que circula por las vías albanesas. En Albania, si no conduces un super Mercedes, un Audi o un BMW, ¡no eres nadie!
Respecto al carburante, los precios son similares a España.
3. Alojamientos en Albania.
No existe aún un gran desarrollo hotelero, la mayoría de los establecimientos están en proceso de construcción. Parece que los pequeños hoteles familiares se van desarrollando por fases, poco a poco.
En cada ciudad te mostraré los alojamientos que elegí, hay un poco de todo, apartamentos, hoteles familiares, hoteles con solera y hasta una maravillosa casa museo otomana en Gjirokaster.
Mis alojamientos han sido estos (*incluyo enlaces afiliados a Booking) y el coste promedio noche (habitación 2 personas):
- Kruje: Hotel Panorama Kruje. 66,40€
- Shkoder: Hotel Treva. 64,45€
- Theth: Gurra Family Guest House. 110€
- Tirana: Retreat Apartments. 65,02€
- Ksamil: Hotel Abba. 93,38€
- Gjirokastra: Hotel Musée. 120€
- Berat: Hotel Beratino. 65€
4. Precios de referencia en cafés y restaurantes en Albania (info de ago – sept 2023)
Café: 80 a 100 ALL
Cerveza local: Desde 200 (tamaño pequeño). 400 a 500 ALL tamaño grande.
Agua mineral (0,75): 200 a 300 ALL
Ensalada: 400 ALL
Entrantes, platos tradicionales: entre los 300 y los 500 ALL
Plato de pasta: entre 500 y 800 ALL
Pizza individual: 600 ALL
Raki: 150 ALL
CURIOSIDADES de ALBANIA
1. Los Mercedes en Albania.
Aunque lo te lo hayan dicho mil viajeros, cuando llegas a Albania es difícil escapar de la sorpresa de ver circular tantísimos coches de gama alta.
No es una sensación, un 30 % de los vehículos registrados en Albania son Mercedes y aunque antes eran coches con algunos añitos, lo cierto es que se ven muchos flamantes, relucientes y nuevos.
¿Te preguntas por qué? Yo lo he hecho y la respuesta no es simple.
Existe una razón histórica y de prestigio: el primer coche que entró en Albania fue un Mercedes Benz, propiedad del rey Zog. El dictador Enver Hoxha también tenía sus propios Mercedes, el coche convertido en objeto de deseo asociado al estatus elevado. Aunque hasta hace solo unos años 1991 no se podía disponer de un vehículo privado en Albania, todos los nuevos conductores soñaban con uno.
El lamentable estado de las carreteras, cuando se empezó a poder circular por ellas, y las acusadas pendientes hacían recomendable disponer de vehículos robustos y potentes, los Mercedes, aunque usados son famosos por esas características.
En el país, según me cuentan los mismos albaneses, son muy de aparentar. Disponer de un Mercedes supone mostrar a los demás que se tiene éxito. Circulando por el país puedes ver cochazos aparcados a la entrada de viviendas decrépitas, incluso vi a un agricultor aparcar su Mercedes en el arcén de una carretera para subirse a un tractorcillo y ponerse a trabajar el campo. También me dicen que, en verano, mucha gente que no se los puede permitir los alquila cuando va a visitar a las familias, por lucir.
Algunos sostienen que hay mafia operando el robo de vehículos en otros países para venderlos después de estraperlo, además de ser los vehículos preferidos por sus propios miembros.
Como consecuencia de la abundancia de estos coches, existe también una red muy desarrollada de mecánicos especializados y recambios de estas marcas a costes muy inferiores a los que alcanzan en el resto de Europa. Así que es más barato mantener un Mercedes en Albania que cualquier otra marca.
Todo suma. Los potentes motores facilitan los excesos de velocidad y los adelantamientos vertiginosos y las consecuencias decoran con lápidas y flores de plástico las lindes de las carreteras.
2. La protección del mal de ojo en Albania.
Aunque durante el comunismo se prohibía todo pensamiento espiritual o mágico en el país, algunas prácticas están bien enraizadas en la cultura popular. El viejo “mal de ojo” tan conocido y temido en todo el Mediterráneo también encuentra su hueco en el folclore albanés.
Los llamados dordolec son muñecos de trapo, ositos de peluche “despeluchados” y/o muñecos con aspecto casi siniestro que se pueden encontrar colgando de viviendas en construcción, en lindes de plantaciones o a la entrada de comercios, todo con el fin de “espantar” el temido mal de ojo. Aunque parece que cada vez se ven con menos frecuencia.
También es frecuente encontrar en las fachadas de algunas casas más tradicionales el cráneo de una cabra, al parecer pertenecería al animal sacrificado para atraer salud y prosperidad a los habitantes.
También se cuelgan ristras de ajos en algunos lugares. Es algo muy común de muchas culturas, incluida la nuestra. Lo típico es para alejar a los malos espíritus, con diferentes nombres.
3. La Corea del Norte europea, los búnkeres y las cicatrices de una paranoia.
Si te hablo de un país desconectado del resto del mundo, donde ni sus ciudadanos pueden salir, ni los extranjeros pueden entrar. Rodeado de alambradas electrificadas, perros entrenados para matar y soldados con orden de disparar primero y preguntar después.
Si te imaginas una sociedad cautiva. Encerrada en su propia tierra, la tierra del pueblo, de la que no podían moverse y sobre la que no podían opinar. Tierra que se convierte en una tumba en la que muchos fueron sepultados en vida y a otros muchos cayeron muertos sobre ella. Muertos de hambre, de extenuación, de un balazo, de una paliza o devorados por los perros que vigilaban noche día que ni un alma escapara de la sepultura.
Si te digo que había un hombre que se autodenominaba el Líder Supremo, enemistado con todos los países vecinos; obsesionado con la idea de convertir su país en un estado ideal comunista stalinista, según un modelo perfecto que anidaba en su mente enferma. Paranoico. Obsesionado con la idea de que todos eran “el enemigo” y que le odiaban y querían atacar su estado perfecto. Capaz de mandar construir búnkeres de hormigón por todo el país, capaz de enviar al paredón a sus colaboradores más íntimos ante la menor sospecha de disidencia.
Que convirtió el hambre, el adoctrinamiento y el miedo en las herramientas con las que cinceló su distópico estado durante más de cuarenta años.
Que consiguió transformar las extrañas y arcaicas leyes del honor inmaculado y la hospitalidad sagrada en obsesión por espiar al vecino, traicionar al hermano y temerlos a todos.
Parece una obra de ficción. Pero así fue la Albania comunista que gobernó implacable Enver Hoxha entre 1941 y 1990.
La visita al país supone contemplar las cicatrices de esta paranoia, los búnkeres abandonados, las ruinosas construcciones, los lugares que sirvieron de prisiones y centros de tortura o de espionaje interno. De tan inverosímil parece un decorado de cine postapocalíptico. Lo más terrorífico es que no lo es.
4. El kanun, la ley de la sangre.
¿Has oído hablar de las deudas de honor albanesas? ¿De la besa, el sagrado honor albanés o de las vírgenes juradas?
Aunque los conceptos te resulten extraños han regido la vida y la muerte, y han sido ley “no oficial” en las montañas más remotas de Albania hasta la imposición del comunismo, pese a los denodados esfuerzos de los franciscanos que evangelizaban las tierras recónditas. Aún hoy perviven algunos rescoldos de esta forma de vivir y de vengar las afrentas, se trata de la ley de la sangre, la ley del kanun.
El kanun, el más conocido es el llamado Kanun de Lek (establecido por Lekë Dukagjini (1410-1481), es el conjunto de normas tribales, de transmisión oral, que interpretan los ancianos de los clanes para resolver los conflictos, entre ellos las ofensas de honor.
Sí. Un código inexorable y despiadado elaborado en los siglos XIV-XV podía cobrarse vidas en pleno siglo XX.
Lo más característico de esta forma de vida:
- Es patrilineal, solo se considera vinculante la línea de sangre paterna. Mientras que la línea materna es llamada “línea de leche” y no limita matrimonios que la compartan.
- La mujer no tiene entidad propia, es propiedad de su padre (o el varón que representa su línea de sangre paterna), cuando se casa no pasa a pertenecer al marido (sólo su trabajo y su honor son cedidos al esposo).
- En caso de ofensa de sangre, el kanun permite a la familia ofendida cobrarse la sangre (la vida) de cualquier varón de la familia que ha generado la ofensa, no necesariamente del culpable. Esta vendetta discriminada, provocaba la muerte innecesaria de muchos varones, incluidos niños.
- El huésped ha sido considerado sagrado para los albaneses de las montañas. El honor y la vida de un invitado se vinculan al de la familia que lo acoge. Si un invitado es agredido o dañado mientras está bajo la protección de un clan, provocará una venganza de sangre.
- Las reglas de la venganza de sangre son bastante estrictas. No se puede disparar a un hombre cuando están presentes una mujer o un niño, tampoco si está acompañado de un invitado o si se ha pactado una tregua bajo “palabra de honor”. Esto provocaba que hombres y niños se pasaran años enclaustrados en sus casas para protegerse de alguna venganza.
- Los matrimonios eran concertados en la infancia, el incumplimiento por alguna de las partes suponía una ofensa de sangre.
- Ningún hombre podía golpear o agredir a una mujer excepto su marido o si era soltera, su padre. Hacerlo suponía sangre.
5. Las vírgenes albanesas, una tradición que debe perderse.
La única manera de que una mujer tuviera cierta autonomía en los muchos siglos que rigieron las leyes del kanun era jurar virginidad ante los ancianos del clan y convertirse en una virgen albanesa “burrnesha”. De esta manera podía heredar y trabajar la tierra y las propiedades de su padre, si este no tenía hijos varones.
La mujer que hacía el juramento pasaba a vestir y comportarse como un hombre, podía fumar, beber con los hombres y portar armas. El incumplimiento del juramento se consideraba una grave ofensa al honor y podía provocar una venganza de sangre contra cualquier hombre perteneciente a la familia.
Dos eran las principales razones que empujaban a una mujer ha tomar una decisión tan drástica, máxime en una sociedad tan conservadora. La primera: evitar un matrimonio no deseado, ya que era la única forma de romper un compromiso sin desencadenar la venganza. La segunda: poder trabajar y explotar los bienes de la familia si no quedaban varones adultos vivos.
Quedan poco más de una decena de vírgenes juradas en Albania. Por suerte, ninguna mujer en el país se verá obligada a renunciar a su identidad para poder disfrutar de los derechos que le corresponden.
6. ¿Hay relación entre el reino de Aragón y Albania?
Si existe una figura histórica omnipresente en Albania esa es la de su héroe nacional, el omnipresente Gjergj Kastrioti (1405 – 1468), más conocido por su apodo de Skanderbeg. Famoso porque representa la primera unidad de los territorios albaneses bajo un único mando que plantó cara a la invasión otomana.
Skanderbeg, convertido en un héroe también para la cristiandad del Mediterráneo, llegó a firmar un tratado con el rey de Aragón, Nápoles y Sicilia del momento, Alfonso V El Magnánimo. En 1451 se firmó el Tratado de Gaeta, según el cual Skanderbeg se reconocía vasallo del rey de Aragón, a cambio de apoyo económico y militar y de respeto por los privilegios y autonomía locales.
En virtud de este tratado, Skanderbeg ostentaba el título de Capitán General de los Ejércitos de Aragón y su familia gozaría de la protección de la corona, esta es la razón por la cual, a la muerte de éste, su esposa Donika y su hijo buscaron refugió en territorios napolitanos/aragoneses. La tumba de Donika se encuentra en el Monasterio de la Santísima Trinidad de Valencia, ciudad en donde pasó sus últimos años.
La vida de Kastrioti es la inspiración de la ópera de Verdi “Scanderbeg” (1718) y como curiosidad su imagen ha sido empleada como símbolo nacional tanto por los nacionalistas más conservadores, como por el régimen comunista de Hoxha, una rareza.
Encontrarás a Skanderbeg o Kastrioti en muchos nombres de comercios, marcas, etc. También es el responsable de que la bandera albanesa incluya el águila bicéfala, y del símbolo del casco con la cabeza de cabra que verás por doquier.
7. La mafia albanesa.
Viajar por Albania es totalmente seguro para los visitantes. Dicho esto, la mafia albanesa existe y está especializada en el tráfico de drogas, armas y personas.
Aunque se apellida albanesa y está dirigida por individuos de clanes de esta nacionalidad opera en muchos países del mundo, concretamente España es uno de los que han ido afianzando en los últimos años. en nuestro país llevan la voz cantante en cuanto al cultivo y tráfico de marihuana. Es más probable que te cruces con actividades relacionadas con estas bandas de crimen organizado en España que en Albania.
Otros capítulos relacionados:
Diario de un viaje a Albania: Búnkeres, playas y montañas malditas.
Contexto histórico de Albania, resumidito.
Kruje: el bastión de los hijos de las águilas (Diarios de Albania #1)
Shkoder: la capital cultural (Diarios de Albania #2)
Theth: las montañas malditas y su ojo azul (Diarios de Albania #3)
Tirana: la capital del faraón rojo (Diarios de Albania #4)
Apolonia de Iliria y el Monasterio de Ardenika (Diarios de Albania #5)
Ksamil y ¿la Riviera albanesa? (Diarios de Albania #6)
Gjirokastra, la ciudad de plata. La joya de Albania. (Diarios de Albania #7)
Berat, la ciudad de las mil ventanas (Diarios de Albania #8)
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