Iniciamos este apasionante recorrido por la pequeña e histórica ciudad de Kruje. Vamos a recorrer las tres visitas imprescindibles: la fortaleza de Kruje que acoge al Museo Nacional Skanderbeg, el viejo bazar que nos trasladará a la herencia otomana y, a pocos kilómetros, el inigualable mirador que nos regala la montaña sagrada bektashi de Sarisalltik.
Comparto contigo algunos detalles prácticos y recomendaciones de alojamiento y restaurantes. Muy importante también. De costes.
Kruje es el lugar perfecto para conocer al gran héroe nacional de los albaneses, al omnipresente Gjergj Kastrioti, más conocido como Skanderbeg. Un personaje del siglo XV que encarna la imagen y el modelo del moderno nacionalismo albanés y veremos que tanto él como Kruje guardan mucha relación con la histórica corona de Aragón.
Situada a solo 32 Km de Tirana, la capital de Albania, el escarpado centro histórico de Kruje sirve como una introducción perfecta a la cultura, historia y tradiciones albanesas.
Se cree que el asentamiento ya existía al menos desde el siglo V o VI. Según algunos historiadores pudo estar ocupado por la tribu alban, siendo conocida como “Albanópolis”. De ser así este lugar pudo ser capital del antiguo reino ilirio que le da al país el nombre por el que lo conocemos. De alban, Albania.
Su proximidad a la capital (solo 32 km) y cerca de la carretera principal que une Tirana con Shkoder, la convierten en un destino fácil de incluir en cualquier itinerario por el país.
Déjame que te sugiera las visitas imprescindibles, en la ciudad y los alrededores.
1. El CASTILLO O FORTALEZA DE KRUJE
El principal elemento turístico de la ciudad es la fortaleza que domina la localidad. Encaramada en lo alto de una colina, protegida su espalda por una abrupta montaña, a sus pies se extiende la llanura que alcanza el mar adriático, facilitando la defensa a sus protectores.
No queda demasiado del castillo que sirvió de bastión y defensa al ejército de Kastrioti, al que en adelante me referiré con su alias “Skanderbeg”: restos de murallas, la torre de una iglesia fuertemente apuntalada que aguanta a duras penas, sin embargo, el recinto es una visita ineludible.
Se trata del lugar que resistió a tres asedios del poderoso ejército otomano. Ni siquiera Mehmed II «El Conquistador» logró rasgar la férrea defensa de los albaneses mientras vivió Skanderbeg que durante 25 años resistió y bloqueó el paso a sus enemigos desde este lugar, de ahí su gran valor simbólico.
El acceso al recinto es gratuito, puedes pasear entre los restos de murallas, los restos de la antigua mezquita, la torre de la vieja iglesia de Skanderbeg, incluso alojarte aquí, ya que cuenta con varios establecimientos.
También dispone de varios restaurantes con mesas en el exterior, perfectas para un descanso en un día soleado.
1 cerveza: 300 ALL
Museo George Kastrioti Skanderbeg / Gjergj Kastrioti Skenderbeu
El mayor edificio que encontrarás en el interior es el Museo Nacional de Skanderbeg, un museo dedicado a la figura del héroe, inaugurado en 1982.
El edificio, de estilo neomedieval, fue diseñado por la hija del dictador Enver Hoxha y su marido. La entrada cuesta 500 lekes 500 ALL y muestra una selección de paneles y réplicas de armaduras, así como pinturas que ilustran las hazañas del personaje.
Nota: los paneles están la mayoría en albanés, te recomiendo probar la herramienta de Google Traductor.
SKANDERBEG, el héroe perfecto
Aunque no existen pruebas históricas, se cuenta que Skanderbeg (1405? – 1468) y su hermano fueron entregados como rehenes desde niños al sultán otomano (probablemente en 1415). Convertido al islam, cambiaría su nombre, recibiría formación militar y se dedicaría a servir a su nuevo señor el sultán con gran éxito durante más de 20 años, en ocasiones contra sus propios compatriotas. Sus hazañas son premiadas con títulos y señoríos en los territorios albaneses.
En noviembre de 1443, contando con una fuerza de solo 300 hombres y recurriendo a un engaño (una carta falsificada de Murad II), tomó Krujë, y otros lugares de los alrededores, en nombre de una nueva confederación de nobles albaneses, la Liga de Lezhë. Es en este momento cuando enarboló por primera vez la bandera roja con el águila bicéfala negra, que representaban el estandarte y las armas de su familia y que hoy en día simbolizan al país.
Volvió a abrazar la fe cristiana y obligó a todos los colonos a convertirse bajo pena de muerte. En los años siguientes consiguió algunas victorias muy sonadas contra los turcos, pese a su inferioridad numérica que le dieron gran prestigio en toda Europa. Pero en el Mediterráneo se juntaban otros actores importantes en sus guerras comerciales, entre ellos los venecianos que pasan de aliados a enemigos e incluso ponen precio a su cabeza.
Como se suele decir los enemigos de mis enemigos son mis amigos, Scanderbeg negocia una alianza con el rey de Nápoles, el también rey de Aragón Alfonso V (el magnánimo). Se reconoce vasallo del rey aragonés a cambio de contar con su ayuda militar y financiera, en el conocido como tratado de Gaeta en 1451 (26 marzo 1451). A cambio, el rey le cedía autonomía, bajo la corona de Nápoles, a la que tendrían que pagar impuestos acabada la contienda.
El rey aragonés enviará una pequeña fuerza de 100 aragoneses a Kruje, bajo el mando de un virrey o comisario catalán Bernard Vaquer, que participaron activamente en la remodelación de las defensas de Kruje.
Skanderbeg pasa a ser nombrado Capitán General de los Ejércitos de Aragón en 1454 y recibe una fuerza de apoyo napolitana-aragonesa para el asedio de Berat. Esta contienda resulta ser una gran derrota. Se cuenta que el responsable fue Hamza Kastrioti, sobrino de Skanderbeg que cambió de bando, pasándose al enemigo en mitad de la lucha.
El papa Calixto III le nombró Capitán General de la Curia y le concedió el título honorario de Athleta Christi (Campeón de Cristo).
El gran general albanés morirá de malaria en 1468 con unos 63 años y será enterrado en Lezhe. Su tumba y su cadáver serán objeto de profanación: unos, los turcos, pensaban que, si tocaban el cadáver del enemigo que tanto les atemorizaba en vida, evitarían encontrárselo tras la muerte; para otros la posesión de fragmentos de su cuerpo a modo de reliquias actuaba como talismán conjurando la fortaleza y cualidades del difunto.
Por fin en 1478 el sultán puso sitio a Krujë por cuarta vez y, esta vez sin Skanderbeg, consiguió rendirla, la toma de la fortaleza fue una terrible masacre.
El nieto de Skanderbeg protagonizó un intento de alzamiento, pero no tuvo éxito y Albania quedó integrada inexorablemente en el Imperio Otomano en 1500.
La viuda de Skanderbeg y su nieto se refugiaron al amparo de Nápoles y terminaron sus días en la ciudad de Valencia (1501). La tumba de Donika Kastrioti, la esposa, se encuentra en el Convento de la Trinidad de Valencia.
Skanderbeg histórico no debió ser ningún adalid de la fe o un cruzado cristiano, como el mito nos ha querido mostrar, era más bien un noble muy inteligente, muy bien preparado e implacable; defendiendo su gran patrimonio, así como los usos y costumbres de sus gentes por encima de las imposiciones extranjeras. La leyenda y la literatura heroica son las responsables de encumbrarlo y convertido en la figura mítica y un símbolo para su país.
En los alrededores del castillo se encuentra el museo etnográfico, pero durante mi visita se encontraba cerrado.
2. El bazar otomano
A los pies del castillo serpentean varias callejuelas empedradas en las que se alinean innumerables tiendas de artesanía, antigüedades y souvenirs.
Vigiladas por el esbelto minarete de la mezquita Murad Bey, reconstruida en 1991 ya que fue destruida por el régimen de Hoxha; se desparrama un bullicioso ramillete de callejuelas que conforman el viejo bazar otomano.
El histórico bazar está considerado uno de los mercados artesanales más grandes de Albania. Este laberinto empedrado funcionaba ya como bazar en el siglo XV. Vivió su mayor esplendor en los siglos XVII al XIX, cuando llegó a tener 200 tiendas.
Los bonitos tejados de madera que ves son nuevos, fruto de una restauración del año 2015. Los aleros se prolongan para proteger del sol y de la lluvia a los clientes.
No es muy grande, pero es bonito y fotogénico. En él pondrás encontrar alfombras y kilims con los motivos geométricos de Albania, manteles blancos hechos a mano, objetos de cobre y tallados en madera. Llamarán seguro la atención los puestos con antigüedades de las últimas guerras.
Es un buen lugar para hacerte con algún recuerdo del país, pero asegúrate de conseguir artesanía local, por desgracia la globalización y los souvenirs orientales de pobre calidad van ganando terreno.
Unos consejos:
- Primero: cuidado al caminar, las piedras pulidas y las pendientes hacen que necesites prestar atención donde pisas.
- Segundo: no tengas apuro en entrar a las tiendas y curiosear o preguntar lo que quieras, a mi entender los vendedores albaneses no son nada agobiantes.
- Por último, estas en un bazar, está permitido que intentes el regateo si lo consideras oportuno.
3. Sarisalltik. La cueva sagrada bektashi
A unos 20 minutos en coche, ascendiendo por una empinada carretera de montaña se alcanza el mirador de la montaña Sarisalltik. También se podría llegar a pie si tienes tiempo y ganas de enfrentarte a una ruta bastante empinada. Ten en cuenta que en Albania los senderos no tienen señalización, tendrás que llevarla preparada.
Además de unas vistas increíbles que alcanzan hasta el mar, este lugar es un importante punto de peregrinación para la comunidad bektashi, ya que alberga la “cueva sagrada” con la tumba del santo Sarisalltik que es venerado por los bektashis en los Balcanes y en partes del Medio Oriente.
Según la leyenda Sarisalltik Baba murió entre los años 1297 a 1298, fue un semilegendario misionero y derviche turco del siglo XIII y discípulo del propio Haxhi Bektashi, el fundador de la religión. Se cuenta que el santo que llegó a esta zona para acabar con ciertas prácticas paganas que suponían el sacrificio de mujeres jóvenes.
Este lugar se convirtió en el gran centro espiritual de los bektashi en Albania, hasta que las religiones fueron prohibidas por el régimen comunista de Enver Hoxa.
En varias leyendas, se le identifica con santos cristianos (San Jorge, Elías, San Nicolás, San Simeón, San Naum o San Spiridón).
Según la leyenda, su cuerpo fue enterrado en siete ataúdes, que se diseminaron en lugares remotos en las tierras de los infieles. Hoy en día, supuestas tumbas (türbe) se encuentran en los Balcanes (Blagaj pueblo de Mostar, Krujë, Kaliakra) y el oeste de Anatolia o en Nicea.
Este templo-cueva es el segundo mayor punto de peregrinación del país. En especial entre 15 agosto y 15 de septiembre.
Como muchos lugares sagrados cuenta con una fuente de agua que mana de forma ininterrumpida.
INFORMACIÓN PRÁCTICA
Se tarda unos 35 minutos en recorrer los 20 km que separan Kruje del aeropuerto de Tirana. Aunque el tráfico en Albania siempre es una dificultad. No hay demasiado aparcamiento en la parte antigua, las calles son bastante empinadas y estrechas y no abundan las plazas.
La temperatura en verano puede llegar a ser alta.
ALOJAMIENTO
Elegí como alojamiento el Hotel Panorama Kruje,
Los PROS: es fácil llegar con el coche, tiene unas vistas inmejorables tanto del bazar como del castillo y cuenta con aparcamiento cubierto y gratuito. Las habitaciones son grandes y el personal amable.
Como CONTRA les vendría bien algo de actualización en las infraestructuras algo viejas en el momento de mi visita. Y algo que para mí es un rollo: las duchas sin plato, ni cortina, ni mampara.
RESTAURANTES
El propio Hotel Panorama tiene un restaurante muy correcto donde podrás elegir entre algunos platos tradicionales o bien pizzas o pastas. En todo el país encontraremos bastante platos de la cocina italiana.
2 personas 3.070 ALL (29,7€)
En el restaurante KROI, casi en la entrada al castillo dispones de un enorme salón con unas increíbles vistas del valle y una carta bastante completa con distintas especialidades locales, buenas carnes y postres locales. No olvides probar el kabuni, no lo encontrarás en ningún otro lugar.
2 personas 4.540 ALL (43,93€)
GASTOS TOTALES 1 DÍA EN KRUJE para 2 personas
Otros capítulos relacionados:
Diario de un viaje a Albania: Búnkeres, playas y montañas malditas.
Datos prácticos sobre Albania.
Contexto histórico de Albania, resumidito.
Shkoder: la capital cultural (Diarios de Albania #2)
Theth: las montañas malditas y su ojo azul (Diarios de Albania #3)
Tirana: la capital del faraón rojo (Diarios de Albania #4)
Apolonia de Iliria y el Monasterio de Ardenika (Diarios de Albania #5)
Ksamil y la… ¿Riviera albanesa? (Diarios de Albania #6)
Gjirokaster, la ciudad de plata. La joya de Albania. (Diarios de Albania #7)
Berat, la ciudad de las mil ventanas (Diarios de Albania #8)
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